Más de 200 policías y soldados afganos han muerto durante la ofensiva talibán veraniega en la provincia afgana de Helmand (sur del país), según han informado este sábado oficiales locales al diario estadounidense 'The New York Times', advirtiendo de que la región corre peligro de caer en manos de la insurgencia.
En total, según estas fuentes, han muerto 159 policías y 71 soldados y han resultado heridos 214 soldados y 219 policías.
De cara al público, las autoridades afganas han desmentido que el avance de los talibán haya sido tan fulgurante, pero fuentes locales han desmentido que la situación esté bajo control. Dos generales afganos, de hecho, han declarado en los últimos días que la ofensiva contra la localidad de Musa Qala está siendo especialmente cruenta y el Ejército podría perder el control si no llega ayuda de las autoridades y de las fuerzas internacionales.
El gobernador de Musa Qala, Haji Mohamed Sharif, advirtió de que la localidad, un bastión tradicional de los talibán, esta a punto de volver a caer en manos insurgentes. "Están casi en el bazar", ha advertido Sharif, principal responsable de la localidad, que es fuente de beneficio por ser una base del comercio de opio.
El Ejército se limitó a lanzar una contraofensiva en Sangin, la capital provincial, el pasado mes de julio, pero los insurgentes duplicaron su ofensiva en agosto: 788 ataques en los últimos 90 días.
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