La policía pide identificar un número

Un presunto asesino, una llamada... ¿qué sucedió realmente con Madeleine?

La Fiscalía alemana cree que la niña está muerta y que su presunto asesino es un preso que hace 13 años estaba con su caravana en Praia da Luz (Portugal).

Un nuevo sospechoso de la posible muerte de Madeleine
Un nuevo sospechoso de la posible muerte de Madeleine
EFE

Trece años después de que la niña británica Madeleine McCann desapareciera en un complejo turístico de Praia da Luz (Portugal) una autoridad judicial la da por fallecida por primera vez tras anunciar que tiene un sospechoso. El caso vuelve a dar un giro inesperado y los investigadores aseguran ahora que incluso "saben como fue asesinada". La niña tenía tres años cuando el 3 de mayo de 2007 protagonizó la desaparición más mediática de la historia. Ahora la Fiscalía alemana da por muerta a la pequeña y, junto a la policía británica, señala a su presunto asesino, que aquella noche estaba en el sitio exacto a la hora precisa y que el diario 'Bild' ha identificado como  'Christian B'

Una misteriosa llamada de 30 minutos, una caravana, un coche que cambió de titularidad en cuestión de horas... son las nuevas pistas que siguen los investigadores, que piden la colaboración ciudadana para esclarecerlas. Todo parecen señalar a este depredador sexual de 43 años que cumple condena por la violación en Portugal de una mujer estadounidense de más de 70 años a la que ató, pegó, agredió sexualmente y finalmente robó. No fue detenido y procesado hasta diez años después, a raíz de las pruebas de ADN realizadas con un cabello que se encontró en el lugar de los hechos. La desaparición de Maddie se produjo en ese espacio de tiempo.

Los investigadores buscan ahora a la persona -por toda la información que puede aportar- que recibió esa llamada realizada por el nuevo sospechoso una hora antes de que Madeleine desapareciera de su cama en la que dormía junto a sus hermanos gemelos, Sean y Amelie, la noche en la que los padres los dejaron en la habitación a las 20:30 horas para ir a cenar al bar Tapas del complejo turístico junto a unos amigos. Cada media hora hacían una visita para comprobar que todo estaba bien. A las 22:00 horas la niña ya no estaba. A partir de aquí, se desarrolla la historia de una de las desapariciones más mediáticas de todos los tiempos. Cuando se perdió el rastro de la pequeña, que estaba a punto de cumplir cuatro años y que no se separaba de su osito de peluche rosa que luego sacaba madre en muchas de sus comparecencias, Christian B se encontraría cerca de la habitación en la que los McCann pasaban unos días de descanso. 

Las sospechas sobre él se difundieron en primer lugar en Reino Unido, a través de Scotland Yard. La Fiscalía de Braunschweig indicó que se está investigando el asunto "en estrecha colaboración" con la Metropolitan Police y con la Polícia Judiciária portuguesa. La policía británica dio a conocer que vivió en esta zona del Algarve portugués entre 1995 y 2007 con trabajos ocasionales en la hostelería y gastronomía. Según 'The Sun', vivió una temporada en una casa propiedad de un británico que está cerca del complejo hotelero. Allí 'cuidaba' de la vivienda pero tras separarse de su novia se marchó. También se ha difundido que se le atribuyen delitos contra la propiedad, robos en hoteles o establecimientos vacacionales, así como asuntos relacionados con la droga. Lo que todavía no ha trascendido es su rostro, pero sí las imágenes de los dos vehículos que por aquel entonces tenía y sobre los que ahora están puestas todas las miradas. En uno de ellos pudo ser secuestrada la pequeña Madeleine. 

Casa en la que vivió el nuevo acusado del secuestro de Madeleine
Casa en la que vivió el nuevo acusado del secuestro de Madeleine
EFE

Las tres policías -alemana, británica y portuguesa- buscan ahora testigos para tratar de aclarar dónde estuvo el sospechoso el día de la desaparición de la pequeña, el 3 de mayo de 2007, entre las 21.10 y las 22.00 horas de la noche y conocer detalles de esos coches. La Fiscalía alemana ha abierto incluso una web para recopilar pistas y ha anunciado una recompensa de 10.000 euros para quien sepa algo relacionado con la desaparición. Uno de esos vehículos es una furgoneta de camping Volkswagen T3 de principios de los años 1980, de colores blanco y amarillo y con matrícula portuguesa. El sospechoso vivió ahí durante días después de abandonar la casa, quizás durante semanas, y se cree que la pudo usar el día de la desaparición de la niña. 

- (Portugal), 03/06/2020.- An undated handout photo made available by Federal Criminal Police Office shows a Volkswagen (VW) T3 Westfalia camper van which police mention in connection with the disappearance of missing girl Madeleine McCann, issued 03 June 2020. According to reports on 03 June 2020, a 43-year old German prisoner is identified as suspect in the disappearance of Madeleine McCann. The English child disappeared 03 May 2007, from a room where she slept with two twin brothers, in an apartment of a resort in Praia da Luz in the Algarve. (Reino Unido) EFE/EPA/METROPOLITAN POLICE HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES
Caravana en la que supuestamente pudo llevarse a la pequeña
EFE

El segundo es un Jaguar modelo XJR 6 de 1993, con matricula alemana, que se cree que circuló por Praia da Luz y zonas cercanas entre 2006 y 2007, registrado originalmente a nombre del sospechoso. El 4 de mayo de 2007, un día después de la desaparición de Madeleine, el vehículo fue registrado bajo otro nombre en Alemania. Los investigadores subrayan que para cambiar el registro de un vehículo no hace falta que el automóvil se encuentre físicamente en el país y creen que se encontraba todavía en Portugal en aquel momento. 

Jaguar que pudo utilizar el supuesto secuestrador de Madeleine
Jaguar que pudo utilizar el supuesto secuestrador de Madeleine
EFE

En estos 13 años de búsqueda agentes de la policía portuguesa, española, el FBI o de Scotland Yard han buscado a la pequeña. La investigación en torno a Maddie ha desembocado hasta ahora en más de 2.000 diligencias policiales, 500 búsquedas en la zona y 12.000 páginas de proceso que sin embargo no han conseguido por el momento arrojar luz sobre el destino de la niña. Varios han sido los sospechosos a los que se ha señalado, incluidos unos padres que lanzaron una campaña de búsqueda sin precendentes y contaron la historia a todos los medios de comunicación.  El cóctel perfecto para que la historia llegara también a las pantallas a través de varios documentales. La investigación portuguesa, liderada en sus inicios por Gonçalo Amaral, puso en el punto de mira a los padres, Kate y Gerry McCann, que llegaron a ser formalmente investigados, aunque los indicios fueron concluyentes. Amaral, que acabó siendo despedido, encontró vacilaciones en el testimonio de los progenitores

La hipótesis principal del equipo investigador portugués fue que Maddie se cayó accidentalmente de un sofá, al tratar de asomarse a la ventana del apartamento, y murió. Sus padres se deshicieron del cuerpo. Cuando en Portugal archivó el caso, Gerry y Kate no cesaron en la búsqueda de su pequeña pagando investigadores privados. Pero el tiempo avanzaba sin pistas, sin pruebas y sin Madeleine. Tras más de una década de búsqueda infructuosa con multitud de apariciones públicas para tratar que el caso no cayera en el olvido, los McCann afirmaron que dan la "bienvenida" a la nueva línea de investigación y destacaron que su deseo es "encontrarla, destapar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia". "Nunca perderemos la esperanza de encontrar a Madeleine viva, pero cualquiera que sea el resultado, necesitamos saber, tanto como necesitamos encontrar paz", dijeron en un comunicado este miércoles.

Hoy la niña tendría 17 años -cuando se cumplieron cinco del suceso se distribuyó un retrato robot de como sería- y habría sido vista en países como la India,  EEUU.  Hasta hoy el principal sospechoso era Martin Nye, un alemán de 48 años condenado a la cadena perpetua por asesinar a tres menores y abusar de 40. Ingresó en prisión en 2011, cuatro años después de la desaparición de Madeleine. No hubo pruebas para seguir apuntándole. Atrás queda el dibujo de ese hombre que llevaba en brazos a una niña con pijama la noche de la desaparición. El primero de los sospechosos fue Robert Murat, que supuestamente la habría enterrado en el jardín de su casa. De origen británico, vivía junto a su madre a escasos metros del Ocean Club, el resort donde Maddie veraneaba con sus padres. Le señaló el millonario Stephen Birch, que realizó una importante inversión económica en la búsqueda de la niña. 

Ahora se trata de este alemán que según 'Der Spiegel', tiene un amplio historial delictivo, con unos 17 casos. Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, en el que fue condenado en Baviera por abusar a un niño. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil, en 2016. Desde aquel fatídico 3 de mayo de 2007, el caso Madeleine reunía todas las características para ser objeto de teorías y conjeturas: enfrentamientos entre la policía británica y portuguesa, contradicciones sobre la versión de los padres y su entorno, multitud de sospechosos y pruebas poco concluyentes. 

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