Mariscadores vietnamitas de Luisiana, los grandes olvidados del vertido de BP

  • Son los mariscadores de EEUU; los que recogen los camarones, cangrejos y ostras, los que los limpian y desconchan. Llegaron a los estados del Golfo de México como refugiados de la guerra de Vietnam en la década de 1980. Después del Katrina, fueron los primeros en regresar para reconstruir la zona devastada por el huracán. Y ahora, justo cuando la comunidad de pescadores vietnamitas había empezado a recuperar una sensación de normalidad, llega el vertido de petróleo de la planta de BP. Pero su desconocimiento del inglés les mantiene marginados de las tareas de recuperación mientras sus pérdidas aumentan cada día.
Aumenta la presión sobre BP mientras se extiende el vertido
Aumenta la presión sobre BP mientras se extiende el vertido
Julia Kumari Drapkin | GlobalPost

(Nueva Orleans, EEUU). "Son los que suministran el 30 por ciento del marisco a este país", explica el padre Vien The Nguyen, pastor de la iglesia Mary Queen of Vietnam de Nueva Orleans Este. En torno a un tercio y la mitad de la flota de barcos que operan en la costa del Golfo son propiedad de vietnamitas estadounidenses. Pero muchos de ellos no hablan inglés, y por eso están siendo apartados de las tareas de limpieza del vertido y tienen problemas para recuperar los ingresos perdidos con el desastre.

Se calcula que se están filtrando al agua del Golfo en torno a 795.000 litros de petróleo cada día. Las frágiles marismas, la vida marina y las comunidades pesqueras que dependen de esas aguas se enfrentan a graves problemas.A principios de mayo en torno a unos 200 pescadores se reunieron en la iglesia de Nueva Orleans Este para recibir información actualizada de la Guardia Costera, de la Agencia de Protección Medioambiental y de BP.

En la reunión, el padre Vien participó activamente durante tres horas. "Simplemente yendo y viniendo, intentando encontrar las palabras adecuadas; es agotador, pero tenía que traducir correctamente para mi gente", dice con unas cuantas gotas de sudor resbalándole por la frente.

El vertido de petróleo ha cerrado de manera indefinida los caladeros en todo el estado de Luisiana. Vien dice que todo el mundo le pregunta lo mismo: "¿Qué pasa con los trabajos?".Los pesadores apenas lograban sobrevivir antes del vertido debido a los altos precios del combustible y la competencia internacional. Consiguieron salir del Katrina, pero esto podría ser el golpe definitivo a la comunidad.

No tienen empleo, están perdiendo dinero a diario, y son incapaces de pagar sus hipotecas. Nadie sabe cuánto va a durar el vertido y el desastre ecológico. El portavoz de BP Hugh Depland prometió a los pescadores vietnamitas darles la formación necesaria para ser contratados en las tareas de limpieza. Pero hasta ahora las sesiones de formación, que incluyen datos clave sobre temas de seguridad y salud, son en su mayoría en inglés.

Hasta ahora BP ha organizado sólo una sesión de formación en vietnamita, pero Vien dice que no fue muy bien. BP llevó traductores, pero al cabo de 20 minutos algunos de los pescadores se sintieron frustrados por el nivel de comunicación. BP volvió a impartir la formación de nuevo en inglés, y pidió a los pescadores que levantasen la mano si necesitaban ayuda. "No estamos seguros de cuántos entendieron qué, y éstos son materiales peligrosos", afirma Vien.

Con tantos problemas en el Golfo de México en estos momentos, detalles como la comprensión del idioma se han pasado por alto."Realmente no había pensado en el problema de la comprensión hasta que llegué hoy aquí, y creo que tenemos que solucionarlo de inmediato", dijo recientemente el capitán de la Guardia Costera Ed Stanton, responsable del Gobierno federal para las operaciones relacionadas con el vertido en la costa de Luisiana.

BP ha habilitado un teléfono gratuito para hacer reclamaciones, pero el idioma sigue siendo un problema ya que no hay traductores disponibles de manera inmediata.Hay 33 categorías diferentes de reclamaciones relacionadas con las pérdidas de ingresos. Hasta el momento la comunidad vietnamita no ha podido obtener de BP una copia de los documentos necesarios para presentar las reclamaciones.

BP ha declinado hacer comentarios al respecto.Así que la comunidad ha decidido tomar cartas en el asunto. La organización vecinal Mary Queen of Vietnam Development Corporation y Reach Nola están colaborando para formar y certificar a sus propios traductores para ayudar a la gente en sus reclamaciones contra BP. La certificación de traductores es además necesaria porque cuando se produce un desastre se tienen que manejar diferentes lenguajes técnicos (legal, médico y medioambiental).

"Saber es una cosa, pero verbalizar es otra", dice el padre Vien. Sirva como ejemplo la palabra "dispersante". El sacerdote la traduce como "el químico que deshace el petróleo para que pueda hundirse". Una palabra se convierte en una frase. "No es una palabra a cambio de otra palabra", explica.Y después hay palabras que son sólo letras, como la EPA (siglas en inglés de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU). "Lo podemos decir así, ¿pero qué significa?", dice Vien.

La EPA contrató a un traductor profesional para que acudiese a la reunión con los pescadores. Pero no estaba preparado para enfrentarse al nivel de lenguaje que necesitaba para comunicarse con la comunidad. El padre Vien tuvo que ayudar al traductor, que tuvo dificultades para traducir términos como "vigilancia aérea".Todos los asistentes agradecieron la intervención del padre, incluido el representante oficial de la EPA. "Ahora tengo al mejor traductor del mundo", dijo a la audiencia, que estalló en aplausos cuando Vien volvió a tomar el micrófono para decir entre risas "recuerde que tiene que pagarme por esto".

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