La embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, ha acusado este jueves a la ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, de realizar declaraciones "inapropiadas" y presentar "hechos erróneos" en la actual crisis política, en la que estaría en juego el "respeto mutuo" entre los dos países vecinos. Benyaich, a la que Rabat llamó a consultas como represalia por la acogida en España del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, ha cargado directamente contra Laya por sus declaraciones públicas, que ha considerado fruto de "la agitación y el nerviosismo", según una declaración a la prensa recogida por la agencia oficial MAP.
La embajadora ha considerado que la crisis "ha desvelado las verdaderas intenciones implícitas y motivaciones de ciertos círculos en España, que persisten en querer dañar a los intereses superiores del Reino (de Marruecos) desde la recuperación del Sahara marroquí en 1975". En este sentido, se ha preguntado si las declaraciones de Laya-que la agencia oficial no específica- se deben a un "desacierto" o hay un trasfondo contrario a la "integridad territorial" de Marruecos, una causa que Benyaich ha calificado de "sagrada".
Para la embajadora, el papel desempeñado por la jefa de la diplomacia española pone en cuestión "el respeto mutuo y la confianza" entre España y Marruecos. Así, cree que, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya hecho referencia a dichos conceptos en los últimos días, "están lamentablemente en el aire hoy en día". "Marruecos toma nota y actuará en consecuencia", ha advertido Benyaich en su mensaje.
Por otro lado, El Departamento de Seguridad Nacional avisó en su informe de 2020, aprobado el pasado marzo, de la importancia de mantener el compromiso de Marruecos con España para gestionar la migración, con el objetivo de "no colapsar los sistemas de recepción y acogida de inmigrantes". El informe del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), presentado este jueves en el Congreso, hace un análisis de los principales retos a los que se enfrenta España y dedica un apartado a la ordenación de flujos migratorios.
En él, indica que, si bien en 2020 se produjo un fuerte aumento (superior al 700%) de las llegadas de embarcaciones a Canarias por el Atlántico, las del Mediterráneo se redujeron. Esta bajada, afirma, se produjo por "la sostenida colaboración" mantenida con Marruecos para el control de la migración en la zona del Estrecho, aunque reconoce que ese control también ha favorecido que los flujos de migrantes se hayan derivado a otros puntos de salida en la costa atlántica, concretamente desde Marruecos hasta Gambia y hacia Argelia.
"Ante la reactivación de estas dos vías, se considera necesario mantener el compromiso y la capacidad de gestión de la inmigración de Marruecos y Argelia", dice el informe, ya que considera que mantener controladas las llegadas por la zona del Estrecho y el mar de Alborán "es vital para no colapsar los sistemas de recepción y acogida". España finalizó el año 2020, apunta, como la vía principal de entrada marítima a Europa de migración irregular, por lo que cree "vital implementar medidas que permitan gestionar estos flujos, al tiempo que se canalizan hacia vías regulares y ordenadas".
Para afrontar el incremento de la llegada de personas a las costas canarias, afirma que "se precisa la ampliación y reforma de las infraestructuras y medios, tanto de atención temporal, internamiento y acogida de emergencia". También, añade, de las "capacidades materiales de transporte, salvamento, montaje de campamentos y otras necesidades críticas", siempre en coordinación con las distintas administraciones, ya que para el DSN es "fundamental una unidad de criterio y doctrina" en materia migratoria.
El texto, aprobado el pasado marzo por el Consejo de Seguridad Nacional, meses antes de la crisis migratoria de Ceuta ocurrida la semana pasada, también menciona a Marruecos en sus relaciones con Estados Unidos, después de que este país reconociera su soberanía sobre el Sahara Occidental. Explica que desde noviembre de 2020 se ha avivado el conflicto en el área de Guerguerat entre el Frente Polisario y las Fuerzas Armadas marroquíes y recuerda que la ONU contempla al Sahara Occidental como un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Y añade: "El reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental en diciembre de 2020 ha incrementado la complejidad de la situación".
