En Melilla y Chafarinas

El pulpo y las granjas marinas desatan una cruzada entre España y Marruecos

Nueva Pescanova podrá comercializar pulpo criado en cautividad desde mediados de 2022, una ofensiva para Marruecos que ve peligrar las exportaciones y ataca apostando por la acuicultura en aguas españolas.

Chafarinas
El pulpo y las granjas marinas desatan una cruzada entre España y Marruecos
Agencia EFE 

Marruecos es consciente de que el maná de sus exportaciones de pulpo a España -el 80% del consumo nacional- está en peligro. La acuicultura española, en concreto la compañía Nueva Pescanova, ha conseguido el hito mundial de finalizar el ciclo completo de crianza en cautividad del pulpo y los primeros ejemplares serán comercializados a mediados de 2022. Sabedor de la situación desde hace meses, el país vecino está realizando una importante apuesta por el desarrollo de este sector de la mano de la agencia estatal. En la monarquía alauí nada se mueve sin la dirección del gobierno y el rey, motivo por el que ANDA (Agencia Nacional para el Desarrollo de la Acuicultura) ha sido la elegida para el desarrollo de decenas de proyectos de granjas marinas, algunas de ellas, tres en concreto, en aguas españolas de Chafarinas y Melilla. 

Marruecos exporta al año más de 600.000 toneladas de pescado por un valor cercano a los 1.800 millones de euros. El sector pesquero es una de las principales industrias del país, hasta el punto de suponer el 2% de su PIB. Y España es su principal cliente. Pero el banco pesquero sahariano comienza a dar síntomas de agotamiento por sobreexplotación y los avances en acuicultura comienzan a poner en riesgo sus exportaciones. Por ello, el desarrollo de este sector, todavía muy poco avanzado al otro lado del estrecho, es uno de los ejes estratégicos para la monarquía y ANDA dispone este año con un presupuesto de 23 millones de euros.

Los 24 proyectos acuícolas anunciados por Marruecos en los últimos meses, tres piscifactorías –una ya operativa y dos en fase de licitación- vuelven a emponzoñar las relaciones diplomáticas entre ambos países. En plena crisis con España, comenzó a instalar el pasado mes de mayo una de estas granjas marinas en aguas del archipiélago de Chafarinas, a 700 metros de la isla del Congreso, de soberanía española, hecho que provocó la protesta oficial del gobierno de Sánchez hace tres semanas. Ahora prepara la construcción de dos instalaciones acuícolas más, en aguas de Melilla, a 1.800 metros de la costa y en plena ruta de los ferris que unen la ciudad autónoma con las costas peninsulares.

El pulpo ‘gallego’ que se consume en casas, bares y restaurantes españoles es, en realidad, marroquí.

La queja la recogió en la embajada marroquí en Madrid el encargado de negocios de la legación de Marruecos, Farid Aoulouhaj, ya que la embajadora de Rabat en Madrid, Karima Benyaich, no ha vuelto a pisar territorio madrileño desde que fuera retirada por Mohammed VI en mayo y ni siquiera los ministros de Exteriores de los dos países se han visto en persona desde que todo estallara con la crisis de los menores marroquís asaltando la frontera de Ceuta la pasada primavera. Pero, ¿qué tiene que ver el pulpo en todo esto? Desde hace años, ante el agotamiento de la especie en aguas atlánticas y cantábricas, España importa más de 50.000 toneladas procedentes de ese país. El pulpo ‘gallego’ que se consume en casas, bares y restaurantes españoles es, en realidad, marroquí. Y esto proporciona pingües beneficios a su vecino del sur. Unos 300 millones de euros anuales.

Pero hace unas semanas, el grupo Nueva Pescanova, que ya fue pionero en la década de los 80 del siglo pasado en criar y comercializar rodaballo, ha anunciado que en verano de 2022 prevé la puesta a la venta de los primeros pulpos de acuicultura del mundo tras cuatro años de trabajo e investigación. Criados en el centro de I+D+i de la compañía, Pescanova Biomarine Center, en O Grove (Pontevedra), allí trabajan 40 investigadores y la compañía ha invertido más de 7,5 millones de euros para posicionarlo como un referente mundial en técnicas de acuicultura y especialización en el pulpo, una de las especies más escasas del mercado. Los investigadores ya han conseguido completar el ciclo de reproducción, llegando a cinco generaciones de este cefalópodo, fuera de su hábitat natural.

El presidente de Nueva Pescanova, José María Benavent, aseguró en la presentación del centro que este proyecto tan novedoso “permitirá descargar de presión a los océanos y contribuir a la recuperación de los mares”. Así, volveremos a comer pulpo gallego, o al menos español, ya que Nueva Pescanova complementará la producción industrial del cefalópodo en Las Palmas de Gran Canaria con unas nuevas instalaciones en las que destinará 65 millones de euros.

Para hacerse una idea de la diferencia de desarrollo de la acuicultura española y marroquí, hay que tener en cuenta que España produjo el año pasado 307.000 toneladas de pescado de piscifactoría, especialmente, mejillón, dorada, lubina, trucha arco iris y rodaballo, por un valor de 596 millones de euros. De aquí sale el 27% del pescado de granja de toda la Unión Europea, con la generación de 15.000 puestos de trabajo directos. Marruecos, por su parte, que es una gran potencia de pesca extractiva, apenas pudo producir 897 toneladas de peces de acuicultura, por valor de 2,7 millones de euros y dando empleo a 400 personas. Unas cifras que pretende elevar exponencialmente el Estado dirigido por Mohammed VI, que ve con temor como a partir del año que viene buena parte del pulpo que se consuma en España volverá a ser gallego y no marroquí.

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