Portugal ha dado inicio a su primera fase de reapertura progresiva de actividades tras dar por terminado el estado de emergencia, en un contexto marcado por la aparente contención de la pandemia de coronavirus, a la que las autoridades han atribuido 20 fallecimientos y 242 positivos en las últimas 24 horas.
Según recogen los medios locales, a partir de ahora el uso de mascarilla es obligatorio en el transporte público. Aquellos ciudadanos que no tengan, al llegar a las estaciones de metro en Lisboa y Oporto, deberán comprarla en máquinas expendedoras que están disponibles. Los desechables tienen un coste de 1,50 euros y las reutilizables valen 3 euros.
En el Metro de Lisboa hay 80 máquinas dispensadoras y en el de Oporto hay 30 puntos de venta. En caso de incumplimiento, los usuarios se enfrentan a multas de entre 120 y 350 euros.
El Ministerio de Salud luso ha elevado a 1.063 muertos y 25.524 infectados el balance provisional de víctimas de la Covid-19. Los hospitales tienen ingresados a 813 enfermos de coronavirus, de los cuales 143 están en unidades de cuidados intensivos, informa la cadena RTP.
Portugal, que desde este fin de semana está en estado de calamidad, ha iniciado este lunes la vuelta progresiva a la normalidad, autorizando la reapertura de comercios de hasta 200 metros cuadrados, peluquerías, librerías y concesionarios, entre otras actividades. El 18 de mayo, se ampliará el abanico de comercios que pueden abrir sus puertas.
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