Tras unas jornadas de alta tensión en la política británica, con un Gobierno tambaleándose tras varias dimisiones, la primera ministra británica, Theresa May, volvió a reafirmar que el acuerdo logrado es el mejor al que se podía llegar. "Es una cuestión de grandes consecuencias. Afecta a todos los ámbitos de la sociedad. Mi enfoque ha sido poner por delante los intereses nacionales. No juzgo a aquellos compañeros que quieren lo mismo pero que han llegado a una conclusión diferente. Creo que la causa que persigo es la correcta", afirmó respecto a las dimisiones de los ministros para el "Brexit", Dominc Raab, y de Trabajo y Pensiones, Esther McVey, por su desacuerdo con el borrador del tratado de salida de la Unión Europea (UE), junto con otros miembros de menor rango del Gobierno británico.
Ante los rumores de dimisión, lanzó un aviso a navegantes. "Voy a dirigir este proceso. No pienso dimitir. Los grandes jugadores tienen que seguir jugando el partido hasta el final y eso es lo que haré", dijo la líder del gobierno británico. La fecha prevista de salida del Reino Unido de la Unión Europea será el 29 de marzo. "El foco es asegurar que el acuerdo cumpla con lo acordado por los británicos, pero también asegurarnos que vamos a poder seguir adelante fuera de la UE, como un Reino Unido global, para llegar a acuerdos de comercio", dijo la líder británica.
"Buscamos el pleno control de como gastar nuestro dinero en sanidad, salir de la política agraria común, poner fin a la libre movilización de ciudadanos. Esto es el Brexit, que se basa en los intereses del pueblo británico. Queremos conservar el empleo existente. Este acuerdo lo protege. Protege la integridad del Reino Unido", subrayó sobre un acuerdo que no ha alcanzado unanimidad en el parlamento británico.
May volvió a insistir que descarta que vuelva a celebrarse un nuevo referéndum, ya que entiende que la sociedad británica quiere que se cumpla el mandato del referéndum. "La mayoría de los miembros tienen claro que se dio voz a los británicos, dijeron no, y por eso no habrá un segundo referéndum", respondió May respecto a repetir el referéndum.
No obstante, declaró que es consciente de la complejidad del acuerdo. "Es complicado y hemos tenido que tomar decisiones poco cómodas. Sólo podemos conseguirlo si mantenemos la unidad en el Gobierno. Si no estamos unidos, entraremos en un camino de incertidumbre. Los ciudadanos miran al partido conservador para que consigan un Brexit que favorezca al Reino Unido. Busco un acuerdo que favorezca a toda la ciudadanía", recalcó la primera ministra. Una idea que sobrevoló a lo largo de toda su comparecencia, la de que es el mejor acuerdo posible para el Reino Unido. Y advirtió de lo perjudicial de no llegar a un acuerdo. "Si no seguimos adelante con el acuerdo, nadie puede prever las consecuencias: puede abrir una senda de incertidumbre".
"El liderazgo consiste en tomar las decisiones correctas, no las fáciles. Poniendo fin a la libre circulación, a la jurisdicción europea...Pero también proteger el empleo, la seguridad. Eso es lo que busco", defendió May, que durante la campaña del Brexit defendió la permanencia en la Unión Europea y ahora se ha visto obligada a glosar los beneficios de salir de la UE.
"Los ciudadanos verán que estamos defendiendo los intereses nacionales. Hay muchas personas que han dicho lo que no les gusta. Pero nadie ha presentado una alternativa. No se puede llegar a un acuerdo con Europa que no contemple la salvaguarda de la frontera con Irlanda del Norte. Nos estamos centrando en conseguir lo mejor para el pueblo británico", declaró. Una comparecencia que mostró la firmeza de May en seguir trabajando para lograr que el acuerdo alcanzado se convierta en una realidad.
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