El mendigo con el mejor currículum del mundo: de estudiar en Yale a Wall Street

  • La historia de Shawn Pleasants comienza como todo sueño americano: dinero en la élite de EEUU y excesos... pero termina siendo una pesadilla.
Shawn Pleasants, en Los Ángeles
Shawn Pleasants, en Los Ángeles

El sueño americano siempre comienza igual: un joven estadounidense con ambición que es capaz de superar todos los obstáculos sociales, familiares o médicos para terminar triunfando. Lo que no cuentan las grandes historias de Hollywood es que, a lo largo y ancho de todo el país -incluso en las calles aledañas a los estudios de las grandes productoras-, en la mayoría de los casos LeBron James nunca llega a jugar en la NBA, Michael Jackson jamás abandona los Jackson 5 y Donald Trump nunca llega ser presidente, dilapidando su millonaria herencia en menos de diez años... Es la otra cara de la misma moneda. Es el caso de Shawn Pleasants, un brillante estudiante de Yale que llegó a triunfar en Wall Street y que ahora vive como mendigo en Los Ángeles.

Probablemente Pleasants sea una de las personas sin hogar con mejor currículum del mundo: graduado con honores en secundaria, licenciado en Economía por la Universidad de Yale, con amplia experiencia en el sector bancario de Wall Street, emprendedor de éxito... Pero el sueño americano acabó abruptamente hace una década, tal y como relata en este artículo de la 'CNN'. Las vueltas de la vida y las malas decisiones lo dejaron sin hogar y hoy vive debajo de una lona en el barrio coreano de Los Ángeles. Cuando le preguntan cómo es posible que una persona inteligente como él deba vivir en esas condiciones, responde: "¿Es que alguien sí debería vivir así?".

Pleasants, que ahora tiene 52 años, es una de las 60.000 personas sin techo que viven en los suburbios de Los Ángeles. La cifra es aún más demoledora porque implica un incremento de dos dígitos entre 2018 y 2019, según los datos del Greater Los Angeles Homeless Count. Para hacerse una idea, es una población equivalente a la de capitales como Zamora, Huesca, Ávila, Mérida o Cuenca que habita en campamentos con tiendas y chabolas a lo largo de varias manzanas de Los Ángeles.

Por eso, la Casa Blanca envió la semana pasada a varios funcionarios para evaluar el alcance de la crisis de los sin techo en Los Ángeles. De hecho, Donald Trump es uno de los más críticos con las autoridades locales, a las que acusa no solo de ser incapaces de resolver el problema, sino de no tomar medidas para frenar su avance. Como parte de la precampaña (las elecciones en EEUU son en noviembre de 2020), el presidente se encuentra estos días en la costa oeste de EEUU promoviendo un plan para desmantelar los campamentos y realojar a las personas sin hogar en centros dependientes del Gobierno.

Cómo pasar de Wall Street a ser un sin techo

Pero es importante recordar la historia de Pleasants para entender que el problema de la pobreza y de los sin techo en EEUU no se soluciona simplemente con caridad en precampaña. Hijo de una maestra y de un veterano de las fuerzas aéreas, nació en San Antonio y, desde muy joven, destacó en los estudios. Era patizambo y usó aparatos ortopédicos como los de Forrest Gump durante toda su infancia, pero superó todos sus problemas físicos antes de cumplir los 20.

Tras completar con honores su educación secundaria, Pleasants recibió multitud de ofertas de las mejores universidades de EEUU. Finalmente, escogió Yale, donde las becas le permitieron evitar pagar la mayor parte de sus estudios superiores. Se licenció en Economía y, tras pasar unos años trabajando en Wall Street -incluyendo empresas como Morgan Stanley-, se mudó a California, donde creó una empresa de fotografía y de producción de películas en Hollywood. 

Aquello ocurrió en pleno auge de la industria del DVD, a mediados de los 90. Pleasants decidió entrar en un sector al que especialmente le fue bien el cambio de formato de vídeo: el porno. Su empresa empezó a generar tal cantidad de dinero que le permitió comprarse una mansión en el exclusivo barrio de Silver Lake de Los Ángeles. Sin embargo, las disputas con los otros socios de la empresa terminaron por hacer quebrar la compañía, que se llevó consigo su dinero. El declive del negocio de los 'blockbusters' y la llegada de las plataformas en streaming hicieron el resto: tuvo que vender su casa para sobrevivir.

Hace una década, su madre murió de cáncer, lo que le provocó una depresión severa de la que nunca pudo recuperarse del todo. Estuvo vagando de una ciudad a otra con su única posesión, su coche, donde también dormía cada noche. Poco después, perdió su último 'hogar' y comenzó a vivir en la calle, donde conoció a su actual pareja, otro hombre sin techo con el que lleva casado unos años y con el que espera conseguir algún día un nuevo hogar.

Mostrar comentarios