Mísia: "Me gusta regresar a las raíces del fado para después volar"

  • La cantante portuguesa Mísia regresa a las raíces del fado para después alzarse y "volver a volar", en un disco, "Senhora da Noite", que rinde tributo a la música lusa escrita en clave exclusivamente femenina y que mañana presentará en concierto en París.

Andrea Olea

París, 30 ene.- La cantante portuguesa Mísia regresa a las raíces del fado para después alzarse y "volver a volar", en un disco, "Senhora da Noite", que rinde tributo a la música lusa escrita en clave exclusivamente femenina y que mañana presentará en concierto en París.

La artista, que se considera una persona "de ida y vuelta", que va y viene de sus orígenes, reivindica en una entrevista con Efe el derecho a huir de los estereotipos y ser "muchas cosas al mismo tiempo".

"Soy hija del Atlántico y del Mediterráneo", asegura esta alma viajera de madre catalana y padre portugués que ha recorrido medio mundo y vivido en ciudades como Madrid, Barcelona o París.

"Mi relación con España es muy fuerte, pero yo soy portuguesa", afirma categórica, y casi se disculpa explicando que, si no, "no podría cantar fados", un género que ve como un lenguaje doble -musical y emocional- del que se sirve para expresar la vida "con toda su grandeza y toda su miseria".

Con la ciudad de Oporto como "escenario interno" permanente, retorna con esta última obra al folclore portugués más ortodoxo sin renunciar a los arreglos contemporáneos omnipresentes en toda su discografía, que la han convertido en una de las fadistas de mayor éxito internacional por lo ecléctico de sus influencias.

Mísia cree que del fado le atrae su vertiente "más universal", aquella que permite conectar a través de las emociones "con un neozelandés, un chino e incluso un portugués", agrega con picardía al recordar que cuando empezó a cantar no existía un público interesado en este género musical, por lo que se lo tuvo que ganar.

Defiende sus incursiones en el tango, el flamenco o el blues por considerar que, pese a ser muy diferentes, todos ellos "curan las heridas y cicatrizan de la misma forma que el fado".

"Al final lo que queda es el concepto, el origen latino de la palabra: "fatum", fatalidad, destino", sostiene.

Esa temática sigue siendo la misma en este último álbum, que reúne textos de trece artistas femeninas de habla portuguesa para reivindicar "la diversidad y cantidad de mujeres que componen fado", y en el que ella firma uno de los temas.

Pero, tras este trabajo, que ya presentó en la capital francesa el año pasado antes de que el LP viera la luz, parece querer reinventarse.

"En realidad, ya he hecho casi todo lo que podría hacer", reconoce, y aunque "podría declinar eternamente el mismo disco", cree que ha llegado la hora de hacer cosas nuevas.

En línea con su poliédrico carácter, en los últimos tiempos ha coqueteado con la ópera actuando en "La historia del soldado" del compositor ruso Stravinski, y en un nuevo género, la ópera-tango (operita) "María de Buenos Aires".

Ha trabajado en teatro gracias a un papel en "Los siete pecados capitales", de Bertolt Brecht, y asegura que ha empezado a escribir un libro.

De todos los proyectos que enumera ilusionada, parece que es el cine el que más la atrae.

"Me gustaría muchísimo seguir probando como actriz", reconoce, y cuenta entre divertida y orgullosa que el director italoamericano John Turturro, que la dirigió en 2010 en la película "Passione" y en su último videoclip, le dijo: "¿Pero cómo es que Almodóvar no te contrata?"

"Estoy en una época de gran creatividad, porque me siento en paz con lo que he hecho hasta ahora. Me siento libre", concluye Mísia, que utiliza ahora esa libertad para volver a abrir las alas y echar a volar.-

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