Misioneros cristianos en Marruecos denuncian expulsiones forzosas del país

  • Varios misioneros cristianos que llevan ejerciendo labores humanitarias en Marruecos desde hace décadas han denunciado un endurecimiento injustificado en la vigilancia que ejerce el Gobierno marroquí sobre sus tareas. 16 cooperantes internacionales han sido expulsados recientemente del país acusados de intentar convertir al cristianismo a los niños musulmanes que tenían bajo su custodia, algo que prohíbe la ley marroquí. Pero los misioneros extranjeros lo niegan taxativamente y advierten sobre el comienzo de una campaña nacional contra ellos.
Solana Pyne | GlobalPost

(Rabat, Marruecos). Un grupo de cristianos extranjeros dirige desde hace 10 años un orfanato llamado “Villa de la Esperanza” en la cordillera del Atlas en Marruecos. Hasta allí llegan niños marroquíes abandonados que pasan a vivir con sus nuevas familias ‘de adopción’.La semana pasada, en cuestión de horas, las autoridades marroquíes decidieron acabar con estas familias de acogida. La policía reunió a los 16 voluntarios extranjeros y a sus hijos biológicos en una sala y les dijo que tenían que salir del país inmediatamente. Fuera del edificio, 33 niños marroquíes se enteraban de que ellos no podrían marcharse.

“Se me quedará grabado en la memoria para siempre”, afirma Chris Broadbent, un neozelandés que trabajaba como administrador del orfanato. “Los niños gritaban desde el otro lado para preguntarnos si era verdad. Fue caótico y muy angustiante, terrible. Nunca había vivido algo así”.Broadbent explica que las autoridades marroquíes asumieron la gestión de “Villa de la Esperanza” y que, por ahora, no se sabe si los niños seguirán allí o serán enviados a otros centros.

El ministro del Interior de Marruecos sostiene que el grupo “se aprovechaba de la pobreza de algunas familias e iban a por los niños más pequeños”. La acusación: infracción de las normas sobre guardia y custodia y participación en proselitismo hacia niños musulmanes.

Los líderes cristianos extranjeros que viven en Marruecos señalan que las expulsiones son parte de una campaña nacional, que inaugura una nueva etapa contra los misioneros extranjeros, hasta ahora tolerados en el país. Broadbent sostiene que nunca han intentado convertir a nadie y que el orfanato siempre tuvo las mismas normas, desde que abrió hace una década: los niños aprendían el Corán en la escuela y eran criados por padres cristianos.

“Los cuidábamos porque nadie más estaba dispuesto a hacerlo”, señala Broadbent. “Durante 10 años nos han permitido hacerlo sin problemas, nunca nos dijeron que estábamos infringiendo la ley”.

Pero no son los únicos que se han visto en problemas con el Gobierno marroquí. Un diplomático occidental, que prefiere mantener el anonimato, indica que las autoridades tienen varias personas más en una lista de expulsiones. Además de los voluntarios del orfanato, otras 10 personas –todas cristianas- han sido acusadas de proselitismo y expulsadas hace una semana, entre ellos, pastores y grupos cristianos de voluntariado.

Entre los expulsados hay ciudadanos de Holanda, Gran Bretaña, El Congo, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Brasil y Estados Unidos. “Ha sido muy duro y estresante saber que el Gobierno marroquí ha expulsado a algunos extranjeros, entre ellos varios estadounidenses, que residían legalmente en Marruecos”, afirma en una declaración Samuel Kaplan, embajador de EEUU. “Obviamente esperamos que todos los ciudadanos estadounidenses respeten las leyes de Marruecos, pero también esperamos que haya mejoras en la aplicación del debido proceso en estos casos”.

Los funcionarios de la embajada de EEUU prefieren no comentar la identidad y el número de personas que serán expulsadas, pero afirman que es probable que la cifra siga creciendo. Los pastores que han vivido durante años en Marruecos sostienen que no existe precedente de semejante número de expulsiones. “Es como despertarse y de repente estar en otro país”, explica Jack Wald, que ha pasado 10 años como pastor de la Iglesia Internacional de Rabat, una congregación protestante en el capital de Marruecos. “Es un cambio de político desde lo más alto del Gobierno”.

“En nueve años en Marruecos, nunca vi esto”, afirma el pastor Jean-Luc Blanc, autorizado por el Gobierno para rezar con los extranjeros en la Iglesia Evangélica de Marruecos. “Cada año hay una o dos expulsiones, pero nunca tantas al mismo tiempo”.

El ministro de Comunicación marroquí, Khalid Naciri, sostiene que las expulsiones no son nada nuevo ni se limitan a los misioneros cristianos. “El gobierno marroquí aplica todo el rigor a quien se permita manipular la religión de su pueblo”, afirma. Naciri también cita las medidas contra grupos islamistas radicales y las expulsiones de musulmanes chiíes que hacen proselitismo en Marruecos, un país mayoritariamente suní.

Ahora, la comunidad cristiana de extranjeros se pregunta quién será el siguiente. La policía entrevistó a niños en otro orfanato, también dirigido por cristianos evangélicos, a unos cuantos kilómetros de Villa de la Esperanza. “Les preguntaban, ‘¿sabes el Corán? Y los niños citaban el Corán’”, afirma Jim Pitts, un estadounidense que ha trabajado en el orfanato durante 51 años. Pitts señala que su gente sólo ha venido a participar en tareas humanitarias y nunca han intentado convertir a nadie. Pero no saben lo que harán las autoridades: “No sé lo que pasará con nosotros, ya veremos”.

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