Un estudio niega que la mortalidad infantil se duplicara en Irak por las sanciones contra Sadam

  • Los autores defienden que el Gobierno iraquí orquestó el engaño y lamentan que UNICEF, que ayudó en el estudio, no se haya pronunciado
EUROPA PRESS

El informe sobre el significativo aumento de la tasa de mortalidad infantil en Irak tras la imposición de sanciones contra el régimen de Sadam Hussein en los años 90 fue un "fraude", según un estudio publicado en la revista médica 'BMJ Global Health', que ha señalado que se trató de una estrategia del Gobierno iraquí para lograr la retirada del bloqueo.

A pesar de que la mortalidad infantil en Irak continúa siendo más alta que la registrada en sus países vecinos, no existe prueba alguna que demuestre que el número de niños menores de cinco años fallecidos entre 1991 y 2003 aumentara considerablemente durante estos años, según los autores del estudio, Tim Dyson, del Departamento de Desarrollo Internacional de la London School of Economics, y Valeria Cetorelli, del Centro sobre Oriente Próximo de la citada escuela.

El Consejo de Seguridad impuso una serie de sanciones contra Irak en 1990, después de que se produjera la invasión de Kuwait. Estas sanciones, que restringieron la exportación de petróleo y la importación de alimentos y medicinas, se mantuvieron tras la liberación de Kuwait.

En 1995, el Consejo de Seguridad aprobó la primera de varias resoluciones ideadas para aliviar las duras condiciones de vida de la población iraquí, recuerda el artículo, y en 1999 el Gobierno, con la colaboración del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), llevaron a cabo un informe conjunto (conocido como ICCMS) sobre a mortalidad infantil en el país.

Debido a la situación política en el país, el estudio fue supervisado por UNICEF en el Kurdistán iraquí (norte), mientras que en el sur y el centro del país, la agencia de la ONU lo realizó en cooperación con el Gobierno iraquí.

El resultado se publicó en agosto de este mismo año y determinó que la cifra de niños muertos en el centro y el sur del país se había duplicado respecto a los datos recabados diez años antes. Así, según un artículo publicado en 2000 en base a dicho estudio, la tasa de mortalidad entre los menores de cinco años pasó de 56 por 1.000 entre 1984-1989 a 131 por cada 1.000 entre 1994-1999.

En un artículo posterior, se ofrecieron estimaciones anuales según las cuales en el centro y el sur la mortalidad entre los menores de 5 años pasó de 59 a 116 por 1.000 entre 1990 y 1991, registrándose un nuevo aumento hasta los 142 por 1.000 para 1998.

ENGAÑO ORQUESTADO POR SADAM

Los autores del artículo publicado ahora en 'BJM' sostienen que "el engaño fue fabricado por el Gobierno de Irak liderado por Sadam Husein" cuyo "objetivo era sacudir a la opinión pública internacional para que las sanciones ecómicas de la ONU se levantaran". "Tras su creación y difusión, el engaño recibió una atención considerable y fue ampliamente considerado como cierto", subrayan.

De hecho, los resultados del Estudio iraquí sobre la Mortalidad Infantil y Materna (ICMMS, por sus siglas en inglés) fueron utilizados posteriormente para justificar la invasión de Irak en 2003, y fueron citados por el exprimer ministro británico Tony Blair durante la investigación sobre la participación de Reino Unido en la guerra de Irak.

Sin embargo, sostienen los autores del artículo, varios estudios realizados desde 2003 no han demostrado un incremento inusual de la tasa de mortalidad infantil en comparación con los datos registrados en la década de los 80 en Irak.

"Los datos del ICMMS buscaban respaldar un aumento de la mortalidad infantil que realmente no existió", indica el artículo publicado en 'BJM', que sugiere que la falsificación de estas cifras pudo producirse debido a la coerción por parte de las autoridades iraquíes y asegura que se trata de "un fraude".

Pese a ello, lamentan, "este hecho apenas ha recibido ninguna atención pública" al tiempo que UNICEF, "ni ha reconocido el error ni ha hecho públicos los datos del ICMMS".

El objetivo de este artículo, explican los autores, es "discutir un gran engaño". En opinión de Dyson y Cetorelli, "el engaño ganó crédito en la comunidad internacional porque encajaba con la creencia generalizada de que las sanciones económicas de la ONU estaban mal".

"Dicho esto, no hubo un gran aumento de la mortalidad infantil en Irak después de 1990 y durante el periodo de las sanciones. En cambio, no hubo una gran mejora en la mortalidad infantil tras la caísa de Sadam Husein", inciden. "En conclusión, el fraude del estudio de 1999 de UNICE fue un fraude especialmente maestro", remachan.

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