En Massachusetts

Muere de coronavirus el abuelo que se negó a usar mascarilla por Trump

Su nieta asegura que no se creía que era real después de que el presidente de EEUU minimizara el virus. En la familia hay un total de siete contagiados. 

Donald Trump mascarilla
Donald Trump
EFE

La familia de un hombre de 81 años seguidor de Donald Trump que fallecía la semana pasada de coronavirus asegura que se negó a usar una mascarilla porque el presidente de los EEUU minimizó el virus. "No se creía que fuera algo real", asegura su nieta en declaraciones al diario Boston Globe. En total hay siete personas más de la familia contagiadas con el virus. Estados Unidos alcanzó ayer la cifra de 7.495.165 casos confirmados de coronavirus y la de 210.774 fallecidos por la enfermedad Covid-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. Las cifras del Hopkins indican que pese a que Nueva York ya no es el estado con mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos, con 33.219, más que en Perú, Francia o España. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.866 personas.

El virus también ha golpeado a Trump, que regresaba ayer a la Casa Blanca. No mostraba síntomas, según su médico personal, Sean Conley, y ya ha expresado su intención de participar en el debate de la próximo 15 de octubre en Miami (Florida) frente al aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, pese a no haber completado aún el tratamiento. “Esta mañana el equipo de médicos del presidente se reunió con él (Trump) en su Residencia. Tuvo una primera noche reconfortante en casa y hoy no muestra síntomas”, señaló Conley en un memorándum, en el que dio a conocer el estado del mandatario, quien dispone de un equipo de especialistas que lo atienden las 24 horas.

Tras salir el lunes del hospital militar Walter Reed, donde estuvo ingresado tres días tras dar positivo por COVID-19, Trump evoluciona “extremadamente bien”, subrayó el facultativo. Según el informe médico, "los síntomas vitales y el examen físico (de Trump) permanecen estables, con un nivel de saturación de oxígeno ambulatorio de 95-97 %”. "En general -afirmó Conley-, (Trump) continúa haciéndolo extremadamente bien". En una rueda de prensa, el médico reconoció el lunes que el mandatario "no está fuera de peligro" y que se encuentra de hecho en un "terreno no explorado" por otros pacientes de COVID-19 debido al tipo de tratamiento que ha recibido.

El jefe de Estado, quien el jueves pasado dio positivo por la enfermedad junto a su esposa, Melania Trump, ha recibido una combinación de tratamientos potentes como el cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron que le fue suministrado el viernes; el antiviral Remdesivir y el esteroide dexametasona. Trump, que tras salir el lunes del hospital llamó a no "temer" al virus, afirmó este martes en Twitter que aspira a participar en el debate frente a Biden, que se celebraría tres semanas antes de los comicios del 3 de noviembre.

Horas antes de escribir tuits en los que aseguraba que se encontraba "FENOMENAL", el presidente había escrito otro en el que comparaba la COVID-19 con la gripe, restándole importancia. "¡La temporada de la gripe se acerca! Mucha gente todos los años, algunas veces más de 100.000, y pese a la Vacuna, muere de la Gripe. ¿Vamos a cerrar nuestro País? No, hemos aprendido a vivir con ella, justo como estamos aprendiendo a vivir con la COVID, en la mayoría de poblaciones mucho menos que letal", indicó.

Ese mensaje fue censurado por Facebook y Twitter, a los que Trump respondió con un mensaje en el que llamó a eliminar las protecciones legales de las que disfrutan las grandes plataformas de internet bajo la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996. Twitter, la plataforma preferida de Trump, ocultó el tuit del presidente con una advertencia de que viola las reglas de esa red social "sobre la difusión de información engañosa y potencialmente dañina relacionada con la COVID-19", aunque lo mantuvo accesible si se hace clic sobre él por su "interés para el público".

A la decisión de Twitter siguió la de Facebook que optó por eliminar completamente el mensaje al considerar, según indicaron desde la empresa en un comunicado, que se trataba de "información incorrecta sobre la severidad de la COVID-19". La sección invocada por Trump indica que las grandes compañías de internet están exentas de casi cualquier consecuencia legal resultante de los contenidos publicados en su plataforma e incluso de sus propias decisiones de eliminar contenidos, porque se supone que son meros intermediarios o canales.

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