
Un niño de Pakistán ha muerto después de confundir una bomba con un juguete. El suceso ocurrió en la pequeña localidad de Jabri, ubicada en el corazón de las montañas del valle Neelum, un lugar situado hasta la fecha lejos de las luchas armadas entre los ejércitos de India y Pakistán.
Esa situación cambió el mes pasado, cuando varios artefactos del ejército de la India cayeron en Jabri con la desgracia de que un niño confundió uno de ellos con un juguete. “Encontró una bomba que se parecía a un juguete y la trajo aquí”, explica en declaraciones a ‘Reuters’ Andul Qayyum, tío del niño, que se llamaba Ali.
Ali eseñó su nuevo ‘juguete’ a sus hermanos mientras la familia desayunaba. Acto seguido, la bomba explotó terminando con la vida de Ali e hiriendo a ocho de sus hermanos, su madre y un primo pequeño.
El ejército de Pakistán precisó que el artefacto era una bomba de racimo, un arma destinada a matar y herir personas en una amplia área. Estas bombas están prohibidas por los Convenios de Ginebra.
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