Muere Ross Perot, millonario y rival de Clinton en las elecciones de 1992 y 1996

  • Texano y millonario, presentó un programa populista de derechas que terminó por allanar el camino al demócrata para ser presidente de EEUU.
Ross Perot, candidato republicano en las elecciones de 1992 y 1996
Ross Perot, candidato republicano en las elecciones de 1992 y 1996
Wikimedia / Allan Warren

Henry Ross Perot, político y empresario estadounidense que se presentó como el tercer candidato en liza a las elecciones de 1992 y 1996 (perdiendo ambas ante Bill Clinton), ha muerto este martes a los 89 años. Con un programa populista de derechas, quiso ocupar el espectro político de George Bush padre y, de hecho, llegó a tener el 18,9% de los votos en los primeros sufragios, desinflándose en los segundos, con un 8,4% de los apoyos.

Su papel en las dos legislaturas que Clinton pasó en la Casa Blanca fue clave, ya que su irrupción en 1992 (logró el 18,9% de los votos) impidió que George Bush padre se alzase con la victoria, dividiendo el voto conservador. Clinton se impuso con poco más del 43% de los votos ese año frente al 37,45% de Bush.

Nacido el 27 de junio de 1930 en Texas, Perot fue un hombre de negocios que logró acumular una gran fortuna tras haber trabajado para IBM: en 1962, fundó EDS (Electronic Data Systems), una empresa de soportes electrónicos que vendió en 1984 a General Motors por 2.500 millones de dólares. Posteriormente, entró en los negocios inmobiliario y gasístico, para en 1988 fundar Perot Systems.

Dio el salto a la política en los 90: se presentó como candidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 1992 bajo el lema "United We Stand, America" ('Unidos resistimos, América') y un programa populista de derechas. Empleaba un lenguaje llano, similar al que utiliza Trump hoy en día. 

Para ganarse el voto de la gente "pura" del corredor central del país, la enfrentaba a la "élite liberal", a la que consideraba corrupta, de la Costa Este de Estados Unidos, educada en la "perversa" Ivy League y que se había "apropiado" del Gobierno y defendía políticas "antiamericanas". 

Se veía a sí mismo como un salvador del pueblo americano, para el que "limpiaría el granero" de Washington para que dejara de socavar los valores americanos y de otorgar "privilegios especiales" a las minorías, que no los merecen. En 1992 obtuvo el 18,9% de los votos y volvió a presentarse en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 1996 al frente del Partido de la Reforma de los Estados Unidos, que él mismo fundó. Obtuvo el 8,4% de los votos (unos ocho millones de sufragios) y, entonces, decidió abandonar la política.

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