Tres niños que estaban jugando en una calle de Florida han perdido la vida tras subirse a un congelador abandonado y cerrarse la puerta una vez se encontraban en el interior, según han podido confirmar las autoridades.
Una mujer estaba vigilándolos pero decidió ir al baño de su casa un momento. Al volver al lugar en el que se encontraban los pequeños con anterioridad, estos ya no estaban. Dos niñas, de 1 y 4 años respectivamente, y un niño de 6 años se habían quedado atrapados dentro de un congelador.
Su cuidadora no los pudo localizar y alertó a otra vecina para realizar la búsqueda por un área más grande. Finalmente, abrieron el congelador donde encontraron a los niños.
Las dos mujeres comenzaron a realizar maniobras de reanimación y llamaron a emergencias pero nada de eso fue suficiente. Ya era demasiado tarde.
“En una inspección del congelador se había instalado un pasador para asegurar la eficacia del candado. Se cree que cuando los niños se metieron dentro y se cerró la puerta, el pasador se movió y se cerró, dejándolos atrapados”, han publicado las autoridades en un post de Facebook. Dos de los niños eran hermanos y estaban siendo supervisados por su abuela. Por su parte, la niña de 4 años era hija de otra mujer. Se desconocen todavía los datos de la autopsia.
Por muertes como esta en el siglo XX, las autoridades de Estados Unidos han creado leyes para convertir en ilegal abandonar neveras, congeladores, lavadoras, secadoras o electrodomésticos similares sin quitarles las puertas.
En Florida concretamente, este hecho es considerado como un delito menor y lleva consigo una pena de hasta 60 días en la cárcel y una multa de 500 dólares (438 euros).
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