Múltiples protestas por la crisis caldean la campaña electoral en Argentina

Argentina Macri
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Europa Press

La crisis económica que aprieta los argentinos ha encendido la mecha caldear una campaña electoral que ya se preveía tensa. Múltiples organizaciones progresistas llevan días tomando las calles y han vuelto a movilizarse este martes puntos dispersos del país para poner freno al ajuste del Gobierno del actual presidente, Mauricio Macri, a un mes de que la carrera por el electorado llegue a su fin y los ciudadanos tengan que verse frente a frente con las urnas.

A través de múltiples concentraciones, agrupaciones como el Frente de Izquierda y el Polo Obrero exigieron actualizaciones de salario por la alta inflación, clamaron contra el aumento del desempleo y pidieron al Gobierno de Macri más programas sociales y ayudas a jubilados. También alzaron la voz contra el préstamo de más de 56.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió a Argentina el año pasado, que requiere de fuerte disciplina fiscal.

 "Alertamos de que si se sigue atado al FMI, a sus condicionamientos y a seguir pagando esta fraudulenta deuda externa no se van a garantizar los derechos de las mayorías", aseguró Celeste Fierro, candidata a diputada por el Frente de Izquierda. La dirigente se mostró convencida de que si no se modifican las políticas sociales, el país va seguir sufriendo "más ajuste, pobreza y desocupación".

El epicentro de la jornada de este martes recayó en una marcha que partió de la sede central de la Unión Industrial Argentina (UIA) y desembocó en la Plaza de Mayo, donde se ubica la Casa Rosada, sede del Gobierno en Buenos Aires. Allí, grupos conocidos como "piqueteros" se congregaron para cortar puntos clave para el tránsito de la capital, como el Puente Pueyrredón, en la zona sur, y la avenida circunvalatoria General Paz en Liniers, en el oeste, y en Puente Saavedra, en el norte.

En comparación con otras ocasiones, no se registraron incidentes de relevancia con la policía, que llegó a desplegar una "supervalla" para contener a los manifestantes. Ya ayer, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había reiterado que "hay objetivos de provocación" tras estas movilizaciones y garantizó la circulación en los accesos a la ciudad.

Otra de las reivindicaciones de esta jornada -la último hasta el momento de los tantos días de movilizaciones en las calles del último mes- apuntó contra una de las propuestas del opositor Alberto Fernández, favorito a vencer en los comicios presidenciales del 27 de octubre próximo tras haber aventajado en 16 puntos a su principal rival, el presidente Macri, en las elecciones primarias de agosto pasado.

El líder del peronista Frente de Todos -que tiene a la exmandataria Cristina Fernández como postulante a la Vicepresidencia- había adelantado que, si gana, buscará un acuerdo con "los que producen y los que trabajan, con la industria y con el campo", una suerte de pacto social para superar la crisis.

"No hay ningún pacto social que podamos llevar adelante habiendo desempleo, despidos, pobreza y miseria y no acordado con las organizaciones. Ningún pacto social, fuera el FMI y seguiremos en la lucha, porque el plan de lucha siempre está vigente", dijo Oscar Kupperman, dirigente de la Coordinadora de Unidad Barrial-Movimiento Teresa Rodríguez, que advirtió de que "si no hay alimentos en la mesa de los pobres, se irá a los supermercados a por ellos".

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