Washington lanza un ataque aéreo cerca del aeropuerto

El terror del ISIS frena la salida de EEUU y augura más violencia en Afganistán

Un dron estadounidense destruye un vehículo que suponía una "amenaza inminente del ISIS" contra el aeródromo de la capital, donde las tropas estadounidenses realizan la fase final del repliegue.

Marines de EEUU en el aeropuerto de Kabul.
Marines de EEUU en el aeropuerto de Kabul.
EP

Estados Unidos lanza un ataque en Kabul contra supuestos miembros del Estado Islámico, el grupo terrorista que reivindicó el atentado que causó una masacre el jueves contra el aeropuerto de la capital afgana. Un dron estadounidense destruyó este domingo un vehículo que suponía una "amenaza inminente del ISIS" contra el aeropuerto de la capital, donde permanecen las tropas estadounidenses en la fase final de la evacuación de Kabul, según un comunicado del Comando Central de EEUU. (CENTCOM). Anteriormente, el Pentágono había dicho que tenía información sobre la alta posibilidad de que se produjeran ataques con coches bomba contra el aeropuerto desde donde parten las tropas y los afganos evacuados.

Estados Unidos está "confiado" de haber alcanzado su objetivo y ha señalado que "explosiones secundarias significativas" procedentes del vehículo atacado "indicaban la presencia de una cantidad sustancial de material explosivo", señala el CENTCOM. El ataque ha tenido lugar en la misma jornada en la que un cohete ha impactado contra un edificio de Kabul, que habría dejado al menos un niño fallecido y otras tres personas heridas, aunque este aspecto aún no ha podido ser verificado. Las imágenes recogidas por la cadena afgana 1TVNews muestran una columna de humo que emerge del edificio, localizado en el barrio de Jwaja Bughra, cercano al aeropuerto. "Cerca del aeropuerto de Kabul, un presunto automóvil fue objetivo de una operación de las fuerzas estadounidenses y como resultado el conductor murió", dijo por su parte a la agencia Efe el portavoz de los talibanes Bilal Karimi.

Un alto miembro de la oficina política de los talibanes criticó los ataques acometidos por las fuerzas de Estados Unidos contra objetivos del Estado Islámico en Kabul, asegurando que estos no forman parte del acuerdo firmado para la retirada. “Hemos firmado un acuerdo con los estadounidenses en Doha al respecto y los ataques están en contra el acuerdo. Según el acuerdo, no se les permite interferir en los asuntos de Afganistán después de su retirada", dijo en una entrevista con el canal de noticias afgano Tolo Abdulhaq Wasiq, miembro de la oficina política de los islamistas. 

Los talibanes y Estados Unidos firmaron en febrero del año pasado, en Doha, un acuerdo con el que los estadounidenses se comprometían a retirar todas sus tropas del país siempre que los islamistas accedieran a cumplir una serie de condiciones. Entre esas, entablar conversaciones con el Gobierno del Kabul para lograr un acuerdo político para la paz, y no permitir que Afganistán sirviera de base para que grupos terroristas atacaran a EEUU o otras naciones.

Mientras, en EEUU, el presidente Joe Biden acude este domingo a la base aérea de Dover (Delaware) para recibir los féretros de los 13 soldados muertos en el atentado del aeropuerto del jueves en Kabul, reclamado por el Estado Islámico y en los que mas de 170 personas perdieron la vida. La Casa Blanca anunció el domingo por la mañana un cambio en la agenda del presidente e informó de que ya está de camino a Dover, donde él y la primera dama, Jill Biden, también tienen previsto reunirse a puerta cerrada con las familias de los soldados fallecidos. Tanto Biden como la primera dama van vestidos de negro, según pudo ver el grupo de periodistas que siempre acompaña al presidente de EEUU.

Los talibanes aseguran que sus fuerzas ya han comenzado a tomar el control de la zona militar del aeródromo, pero el Pentágono este sábado rechazó esa información y aseguró que mantendrá esas instalaciones bajo su control "hasta el final". "Seguiremos operando el aeropuerto para asegurarnos de que podemos ejecutar nuestras operaciones", afirmó el subdirector de Logística del Estado Mayor, el general Hank Taylor, en una rueda de prensa.

Operación de castigo contra el ISIS

El general también ofreció este sábado nuevos detalles sobre el ataque que EEUU lanzó en las últimas horas en la provincia de Nangarhar, un terreno montañoso en el este de Afganistán que ha servido de bastión a la rama del ISIS en Afganistán desde su aparición en Afganistán en 2015. Específicamente, Taylor explicó que un dron estadounidense acabó con la vida de dos supuestos miembros del ISIS "de alto perfil" e hirió a otro. Según aseguró, los supuestos terroristas ejecutados desempeñaban los papeles de "facilitadores" y "planificadores" del EI, aunque rechazó precisar si participaron de alguna forma en la organización del ataque contra el aeropuerto de Kabul o qué funciones específicas desempeñaban.

El Pentágono ha dicho que no compartió datos con los talibanes sobre el ataque y que fue su propia información de inteligencia la que permitió localizar a los dos individuos. El ataque estadounidense se produjo 24 horas después de que Biden prometiera venganza contra el ISIS por el atentado en Kabul. Este sábado, el gobernante dijo que había cumplido su promesa y prometió que el reciente ataque "no será el último".

"Continuaremos persiguiendo a cualquier persona involucrada en ese atroz ataque y se lo haremos pagar. Responderemos siempre que alguien trate de dañar a EEUU o de atacar a nuestras tropas. Eso es algo que nunca debe estar en duda", afirmó Biden en un comunicado. Asimismo, el mandatario volvió a calificar de "héroes" a los soldados estadounidenses que murieron en el atentado del jueves en Kabul, donde otros 15 soldados de EEUU resultaron heridos; mientras que en Kabul, fuentes oficiales cifran en 170 los fallecidos y en 150 los heridos.

Quedan 350 estadounidenses en Kabul

El Pentágono este viernes reveló los nombres de los solados fallecidos, cuyas edades iban de los 20 a los 31 años, con la mayoría de ellos en la veintena. Biden también alabó la "valentía y altruismo" de los militares estadounidenses que han conseguido evacuar a unas 117.500 personas de Afganistán desde julio. De esas 117.000 personas, 5.400 son ciudadanos estadounidenses, detalló a la prensa un alto funcionario del Departamento de Estado. Esa fuente también indicó que todavía quedan en Afganistán 350 estadounidenses que se han puesto en contacto con el Departamento de Estado para salir del país. En las últimas 24 horas, EEUU ha conseguido evacuar a 6.800 personas, entre las que se incluyen sus propios nacionales, ciudadanos de otras naciones occidentales y colaboradores afganos.

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