Los nuevos jubilados de la pandemia

La Covid remata la salida del mercado laboral de los 'baby boomers' en EEUU

El virus está acelerando el retiro entre los trabajadores de más edad. Si esta caída no se revierte, el fardo para la economía y para las cuentas públicas será aún mayor.

Los nuevos jubilados de la pandemia
Los nuevos jubilados de la pandemia
EFE

Stephen Phillips se acercó hace una semana un poco más a los setenta. Es ilustrador. Comenta que el confinamiento no afectó mucho a la manera en la que opera. Trabaja desde que se hizo freelance hace unos años en su apartamento. El problema más bien son sus clientes y el impacto de la crisis provocada por la pandemia en el conjunto de la economía y especialmente en el negocio editorial. Así que está considerando retirarse antes de lo que tenía previsto.

Este artista, que hubiera sido un YouTuber de éxito si hubiera tenido 40 años menos, no está solo. La pandemia está acelerando en los Estados Unidos las jubilaciones entre los trabajadores más mayores. La proporción de personas en edad de trabajar que ya no forma parte de la población activa por la jubilación representaba el 19,3% en el cuarto trimestre de 2020. Es casi un punto más que justo antes de declararse la pandemia, de acuerdo con datos de la Reserva Federal.

La tendencia es aún más relevante cuando las cifras se observan en términos absolutos. Esa diferencia equivale a que 2,4 millones de personas abandonaron la fuerza laboral, el doble de los que lo hicieron en 2019. Y como señala Lydia Boussour, la economista de Oxford Economics para EEUU, si esta caída en la participación no se revierte y otros como Stephen deciden dar el mismo paso, el fardo para la economía será aún mayor y para las cuentas públicas.

El fenómeno empezó a tomar cuerpo con la llegada de la primera ola de jubilaciones entre la generación del baby boom. Hace cinco años, la tasa de personas que se retiraron del mercado laboral por este motivo rondaba el 17,4%. En dos años subió hasta colocarse ligeramente por encima del 18%. Lo hizo medio punto más entre 2018 y 2019. El ritmo de abandono escaló con el confinamiento. Eso produjo que la tasa de participación entre los mayores de 55 años bajara al 38,3% en febrero, según el último dato de empleo. Hace un año era del 40,3%.

De nuevo, al pasar las cifras a términos absolutos, equivale a que 1,5 millones de personas mayores de 55 años salieron del mercado laboral durante la recesión porque sus oportunidades de empleo mermaron. Boussour explica, además, que el riesgo que plantea el coronavirus para las personas mayores provocó que muchos entre este grupo de edad decidieran no volver a reincorporarse al mercado laboral. La tasa de mortalidad es nueve veces más alta, de acuerdo con la CDC.

Es muy improbable que los que deciden jubilarse vuelvan. Sucede en muy pocos casos en condiciones normales, como las que había antes de la pandemia. Ahora anticipa que podría ser algo permanente a la vista de la situación sanitaria y del riesgo severo que el coronavirus representa para los mayores. Pero no es tan evidente, porque muchos jubilados se van a encontrar con la situación de que tendrán que tirar antes de lo esperado de sus ahorros y planes de pensión.

Hay algunos jubilados, además, que están asumiendo nuevas responsabilidades por la pandemia, cuidando de sus familias. La AARP calcula que solo en Nueva York hay 2,5 millones de personas mayores que están en esta situación. Como admite Stephen, es muy complicado ser paciente en la situación actual y con el momento de la jubilación tan cerca para mudarse fuera de la ciudad. Pero al mismo tiempo piensa en que debe aguantar para tener estabilidad financiera en el futuro.

Un estudio de Gallup elaborado un año antes de la pandemia mostraba como la edad de la jubilación creció durante las últimas tres décadas, desde los 58 años hasta superar a los 65 años de edad. Los datos de empleo muestran una notable mejora en el mercado laboral conforme se fueron relajando las restricciones para contener la propagación del virus. Pero la recuperación no va tan rápido como se esperaba, porque muchos empleados quedaron rezagados.

El suministro de trabajadores y su productividad son la base del crecimiento. La pandemia afectó especialmente a las mujeres y a 'baby boomers' como Stephen. Eso explica que la tasa de participación laboral en EEUU esté a niveles que no se veían en medio siglo, cuando además había muchas menos mujeres trabajando que ahora. Los economistas de IHS Markit consideran, sin embargo, que es pronto para concluir que esta caída en la participación será permanente.

El abandono de empleados mayores, de momento, está revirtiendo las ganancias que se lograron en la fuerza de participación durante la expansión que siguió a la crisis financiera de 2008 y 2009. Ya fue un proceso bastante penoso y nunca se recuperó del todo. Esta nueva caída preocupa más porque el envejecimiento de la población ya era un factor que hacía de lastre tanto en el crecimiento como en la productividad, al perderse a los trabajadores más eficientes y experimentados.

Y al tirar antes de los ahorros del trabajo para la jubilación, meterá a su vez más presión a los programas sociales públicos. Los datos de empleo que maneja la AARP muestran, a su vez, que a las personas mayores de 55 años sin empleo les cuesta más tiempo encontrar una ocupación que antes de la pandemia. Actualmente les lleva unas 32 semanas, frente a 26 semanas en febrero del año pasado. En el caso de un parado medio, son actualmente 27 semanas.

Esto provoca a su vez que los empleados más mayores sin empleo se pongan a competir por las vacantes con los aspirantes más jóvenes desesperados por volver a trabajar. La recuperación de Wall Street y las medidas de estímulos, junto al riesgo que sigue representando el virus pese al proceso de vacunación, hace que el retorno al mercado laboral sea menos atractivo que estar en casa dibujando por placer, leyendo un libro o retirarse fuera de la gran ciudad.

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