La mayor amenaza para el espionaje alemán no es la yihad, es la ultraderecha

Manifestantes de ultraderecha gritan detrás de una fila de policías en Chemnitz, Alemania, el 1 de septiembre de 2018. (EFE / EPA / MARTIN DIVISEK)
Manifestantes de ultraderecha gritan detrás de una fila de policías en Chemnitz, Alemania, el 1 de septiembre de 2018. (EFE / EPA / MARTIN DIVISEK)

La violencia de la ultraderecha ha desbancado al terrorismo islamista en la lista de las amenazas que preocupan al espionaje interior en una Alemania aún conmocionada por el asesinato del político local, Walter Lübcke, a manos de un neonazi el pasado junio.

"Para mí la extrema derecha es en estos momentos extremadamente peligrosa, lo cual no quiere decir que perdamos de vista el islamismo, por ejemplo, o el antisemitismo", ha declarado este jueves el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, durante la presentación del informe para 2018 de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, el servicio de inteligencia de Alemania).

Por su parte, el presidente del espionaje interior, Thomas Haldenwang, por su parte, recordó que el problema de la ultraderecha no es regional, "como algunas voces quieren señalar", sino que afecta a todo el territorio alemán y señaló que no hay que perder de vista tampoco a los grupúsculos, organizaciones políticas reducidas y muy activas, ni a los lobos solitarios. Haldenwang también destacó el elevado potencial violento de una ultraderecha que cada vez más se mueve de forma "diferenciada y confiada".

El documento ha revelado que la cifra de ultraderechistas se elevó en 2018 a 24.100 personas, cien más que el año anterior y "una nueva cifra récord" y en la que más de la mitad, unas 12.700, estarían dispuestas a emplear la violencia. Estos datos, sumados a "la elevada afinidad del espectro ultraderechista con las armas", son los motivos de alarma que recoge el informe.

Esta correlación supone un "elevado potencial de amenaza" que se incrementa en el caso de los llamados "Ciudadanos del Reich" ("Reichsbürger"), un grupo que rechaza la legitimidad y soberanía de la República Federal de Alemania y de su ordenamiento jurídico. Dentro de este movimiento se contaron en 2018 unas 19.000 personas, un 13 % más respecto al año anterior. De ellas, unas 950 personas son ultraderechistas.

Tanto Seehofer como Haldenwang se refirieron al asesinato de Walter Lübcke, un caso que para el segundo muestra "de manera brutal" cómo la intimidación a través de las redes tiene su repercusión en el mundo real. Seehofer, por su parte, habló de un antes y un después tras la muerte violenta de este político local, que debe entenderse como una "señal de alerta" dirigida a una "sociedad abierta" como la alemana.

Xenofobia: el alimento de la ultraderecha

El informe apunta a la xenofobia como uno de los motivos principales que mueven a los ultraderechistas, así lo demuestra el trasfondo antisemita de muchos de los delitos de la extrema derecha en el país, en total 48 casos registrados en 2018, lo que supone un aumento del 71,4 % respecto a 2017. Al mismo tiempo, el documento precisó que muchos de los inmigrantes que llegaron a Alemania entre 2014 y 2017 proceden de países "donde las posturas antisemitas forman parte del día a día".

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