Opinión: Los británicos deberían estar acostumbrados a la vigilancia del "Gran Hermano"

  • El nuevo Gobierno de coalición conservadores-liberaldemócratas va a acabar con el proyecto del D.N.I. puesto en marcha por los laboristas y también van a destruir las pruebas de ADN guardadas para investigar casos de terrorismo entre otras medidas para ayudar a respetar la privacidad de cada británico. Sin embargo, en un país donde las cámaras de seguridad situadas en miles de esquinas de las ciudades mirando cada movimiento que sucede en las calles, no deja de ser extraño que muchos ingleses se molestasen por las medidas del documento nacional de identidad o las muestras genéticas.
HDS Greenway | GlobalPost

(Boston, EEUU).Éste ya no será el Partido Conservador británico de la época de los abuelos. El nuevo liderazgo tory, obligado a formar una coalición con el partido Liberal Demócrata, pese a que éste sólo logró una fracción de los escaños parlamentarios, se prepara para cambiar radicalmente Reino Unido y a los conservadores. Algunos sostienen que la coalición le otorga al primer ministro David Cameron la excusa adecuada para aplicar cambios que los más retrógrados de su partido aborrecen o que incluso podrían impedir. Otros dicen que le ha dado demasiado poder a los liberaldemócratas.

Cualesquiera que sean las circunstancias, nunca pensé que sería un primer ministro conservador el que acabaría con los títulos nobiliarios hereditarios en la Cámara de los Lores, de la misma manera que nunca pensé que Winston Churchill presidiría la disolución del Imperio Británico, a lo cual se oponía rotundamente. Sin embargo, el cambio que realmente me sorprendió fue la promesa de Nick Clegg, el vice primer ministro, de desmantelar el extenso sistema de vigilancia con cámaras de circuito cerrado que tiene Reino Unido.

La envergadura de este sistema convierte a los británicos, probablemente, en las personas más observadas del mundo occidental. Los liberaldemócratas habrían exigido como parte de la negociación para formar Gobierno que se "reescribiera el código de leyes" y se impusieran restricciones a las miles y miles de cámaras de circuito cerrado (CCC) que tiene el reino. Clegg declaró que también acabaría con los planes para crear un sistema de identificación nacional, así como también los pasaportes biométricos que contienen chips con información personal.

El dirigente quiere restringir la facultad del Gobierno para interceptar correos electrónicos, o mantener pruebas de ADN de personas condenadas por algún delito. El desmantelamiento de estas medidas será una celebración para los liberales, ya que los sistemas de seguridad del Reino Unido para ejercer un control de las actividades de sus conciudadanos serían imposibles en la mayoría de países europeos o en Estados Unidos.

"Éste Gobierno acabará con la cultura de espiar a los ciudadanos", declaró Clegg. "Es escandaloso que gente decente, que cumple la ley, sea tratada frecuentemente como si tuviera algo que ocultar. Eso se tiene que acabar".

Es verdad que la vigilancia es extrema en Reino Unido. Se dice que los londinenses aparecen en cámara unas 200 veces al día. Los críticos hablan de una especie de "Gran Hermano", como lo representaba George Orwell en su obra "1984". Otros han vinculado la supervisión a "La vida de los otros", la película de Florian Henckel von Donnersmarck sobre el espionaje de Alemania Oriental a sus ciudadanos.

Sin embargo, y pese a todo esto, las sociedades actuales -en la era del terrorismo- tienen derecho a protegerse. Cada una debe lograr un delicado equilibrio entre seguridad y libertades civiles. A diferencia de EEUU, Reino Unido no tiene una Constitución escrita, y una gran parte de lo que sería ilegal en cualquier otro país, no lo es en Reino Unido. Existen algunas medidas, como la tortura, ante la cual la sociedad no muestra ninguna tolerancia.

Pero en la esfera privada, me parece a mí que hay más manga ancha. Después de todo, hemos visto que Facebook está menos atento a temas privados que los servicios de seguridad británicos. Ahora entregamos mucha más información sobre nuestra vida diaria de lo que se podría haber concebido hace sólo una década. El correo electrónico no es una herramienta segura en el sector privado. Y qué decir del aparato en el parabrisas del coche que permite pagar el peaje de manera automática. Las empresas de peaje tienen información de todas las veces que hemos pasado por uno, con lo cual tienen una prueba del viaje.

Si estamos de acuerdo en que el Estado considera necesario llevar un permiso de conducir, ¿es tan complicado pensar en un DNI? Y si no existe forma legítima de no mostrar el pasaporte, donde aparece el nombre y la fecha de nacimiento, ¿no sería mejor tener un chip con esa información de manera que fuera más difícil robar esa información? ¿Sería una enorme violación de la intimidad?

Obviamente nadie quiere que la burocracia de la ex Alemania Oriental se apodere del Parlamento más reconocido del mundo. Pero en vista de la realidad actual, y dado que tanto ciudadanos como turistas no tienen problemas para provocar un atentado masivo, no veo porqué las cámaras de vigilancia puedan ser más denegables que un policía que vigila cuando uno va de compras a Londres. Después de todo, la tarjeta de crédito tiene toda la información sobre dónde hemos estado y qué hemos hecho.

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