Otros casos de accidentes intencionados en la aviación

Se acaba de conocer que la caja negra del avión de Germanwings recoge que el copiloto del vuelo con trayecto Barcelona-Dusseldorf propició intencionadamente el siniestro.

Este hecho hace recordar otros antecedentes de accidentes parecidos en la aviación comercial.

Hace dos años un avión de las líneas aéreas de Mozambique (LAM) se estrelló en Namibia acabando con la vida de sus 33 pasajeros. La investigación posterior demostró que el comandante de la nave, Herminio dos Santos, tuvo "clara intención de provocar una catástrofe".

Una tragedia similar ocurrió en octubre de 1999, cuando un avión de Egypt Air que unía a Nueva York con El Cairo cayó en el medio del Atlántico y las 217 personas que viajaban a bordo perdieron la vida.

Tras las investigaciones de las autoridades estadounidenses, que se hicieron cargo del caso a petición de Egipto, se llegó a la conclusión de que el copiloto Gamil el Battouti había provocado el accidente a propósito. Lo que nunca se llegó a determinar fue el motivo para ello.

Sin embargo, todo apuntaba a una venganza como causa del incidente. Según el análisis estadounidense, el avión se vino abajo después de que dicho copiloto fuera reprendido por un ejecutivo de la aerolínea por tener una conducta sexual inapropiada. Aquel ejecutivo iba como pasajero en ese mismo vuelo.

Cuando el piloto del Boeing 767 Hatem Rushd advirtió a su compañero de que quizá fuera su último vuelo, Gamil contestó: "Este será el último vuelo también para usted".

Después, el copiloto aprovechó un momento en el que Hatem se levantó para ir al baño, tomó los mandos del avión y, según las grabaciones, comenzó a hablar en alto diciendo "tomo mi decisión ahora. Pongo mi fe en manos de Dios. Confío en Dios".

Las cajas negras recogieron que Gamil repitió la frase en árabe hasta en 11 ocasiones durante un minuto y medio a la vez que desconectaba los motores de la aeronave.

Las pesquisas de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) norteamericana añadieron que no había evidencia alguna respecto a problemas mecánicos del avión, que cayó cerca de la isla de Nantucket, Massachussets.

Vieron en la intencionalidad como la única explicación posible para aquella catástrofe. LA NTSB apuntó al suicidio del copiloto –que estaba casado y tenía cinco hijos. Sin embargo, la investigación paralela llevada a cabo por Egipto concluyó que se trató de un fallo mecánico.

Años atrás, en 1997, el vuelo 185 de la compañía Silkair se estrelló mientras realizaba el trayecto Jakarta-Singapur. La investigación reveló que el piloto descendió rápidamente pese a que no existía ningún fallo mecánico. A bordo del Boeing 737 viajaban 103 personas.

En 1994, el piloto marroquí Youneff Khayati estrelló su ATR-42 sobre las montañas que rodean la ciudad de Agadir. La copiloto pido ayuda a la torre de control, advirtiendo que el piloto tenía una actitud extraña. Las últimas palabras que recogió la caja negra antes de colisionar fueron: "morir, morir". Así acabó con la vida de 44 personas.

En este último caso se descartó que se tratase de un atentado islamista.