Después de varios días desaparecida, Petra László, la reportera húngara que pateó a varios inmigrantes que huían en desbandada, ha emitido un comunicado en la prensa húngara pidiendo perdón por su comportamiento: "Siento sinceramente lo ocurrido, estoy en estado de shock por lo ocurrido".
La policía interrogó a la periodista sobre unos hechos cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo y que han motivado varias denuncias, ante las que tendrá que responder en los tribunales, y por las que podría acabar en prisión.
En su carta, Petra László justificó su agresión diciendo que había sentido mucho miedo: "Es difícil tomar decisiones correctas cuando uno entra en pánico. Yo no pude hacerlo".Excusa absurda
"Es una excusa completamente absurda. Punto pelota". Así de tajante se muestra el psiquiatra José Cabrera, cuando se le pregunta si un estado de pánico puede justificar agresiones como las que muestran las imágenes.
"Un ataque de pánico impide una conducta motora coordinada agresiva y repetitiva de una persona", explica Cabrera. Si realmente hubiera sentido miedo, "habría acudido a la policía, ya que había agentes por todas partes". Cuando una persona tiene un ataque de pánico, se queda paralizado, no la emprende a golpes con alguien que a todos luces no le está agrediendo, y menos cuando se trata de un niño.
Efectivamente, no fue una sino dos las ocasiones en las que la reportera arremete contra refugiados indefensos.
"Como madre lamento que el destino me haya llevado hasta una niña, algo que en aquel momento no percibí. Estaba en pánico y ahora que me veo en las grabaciones, es como si no fuera yo", ha dicho Petra László.
La reportera, que fue despedida del canal tras conocerse el suceso, siente desproporcionadas las críticas que ha recibido por los hechos.
Sigue @martinalgarra
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