Las paradisíacas vacaciones de los Obama en una isla privada a 5.000 euros la noche

  • Barack y Michelle Obama han cambiado la Casa Blanca por unas vacaciones en la paradisiaca isla de Necker, en las Islas Vírgenes Británicas, propiedad del empresario Richard Branson, dueño de Virgin.

    El ya ex Presidente de los Estados Unidos y su mujer podrán asomarse a las aguas turquesa del mar Caribe desde una suite de 1.500 metros cuadrados, con tres terrazas y dos jacuzzis desde los que divisar el océano.

Los Obama han cambiado la Casa Blanca por un lugar paradisíaco. Nada más dejar el edificio, que ahora ocupan Donald y Melania Trump, Barack Obama y Michelle se han ido de vacaciones a la isla de Necker, un paraíso privado frente al mar, propiedad del empresario de fama mundial Sir Richard Branson. La suite principal (master suite) es una elección perfecta para una escapada tranquila y romántica. Amplio y espacioso, parte del alojamiento es de nueva construcción.Dicen que la isla de Necker -en las Islas Vírgenes Británicas- es lo más parecido a estar en el paraíso. Rodeada de aguas color turquesa con arrecifes de coral y playas de arena blanca, la isla es un refugio único y exclusivo para actores y cantantes, grandes fortunas y miembros de la realeza.La ahora residencia oficial del magnate sufrió un espectacular incendio hace unos años cuando el fuego, causado por un rayo, destruyó por completo la isla Necker. Branson no solo ha conseguido volver a levantarla de sus cenizas sino que ha apostado por realizar nuevas mejoras aumentando así el valor inicial del complejo.UNA SUITE DE 1.500 METROS CUADRADOSEl hotel, con espectaculares vistas al Caribe, tiene una capacidad para unas 20 personas repartidas en sus ocho habitaciones, todas equipadas con balcón, camas king-size y amplios cuartos de baño. La suite es la estancia más exclusiva. Con una superficie de 1.500 metros cuadrados se caracteriza por tener vistas panorámicas desde casi todas las esquinas, incluido el jacuzzi para dos personas.

Los Obama podrán divisar, como se puede ver en las espectaculares fotos de The Blueroom Project,  las vistas más azules desde cualquiera de sus tres terrazas en la azotea, refrescarse en su jacuzzi privado o simplemente tomar el sol teniendo a un paso la exuberante naturaleza y el mar. Lujo y sofisticación marcan el interior de la suite: el dormitorio también cuenta con una cocina para que no les falte ni bebidas ni aperitivos durante su estancia. En definitiva, unas vacaciones a cuerpo de rey con las que la despedida de la Casa Blanca será menos amarga y que cuesta la friolera de unos 5.000 euros la noche.

I.E.
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