Paraguay y la cultura del aislamiento

  • El Gobierno de Federico Franco en Paraguay afronta una presión internacional que puede terminar beneficiándole, pues contribuye a una "cultura del aislamiento" característica del pueblo paraguayo, según algunos analistas.

Julia R. Arévalo | EFE

Con reuniones previstas esta semana de la OEA, el Mercosur, la Unasur y hasta el SICA, en busca de una respuesta regional consensuada a la destitución de Fernando Lugo, la diplomacia de Franco sigue intentando hacer entender y valer sus razones para el cambio de poder.

"Estoy hablando con todos los que puedo. Algunos me atienden muy bien, otros no me atienden, otros entienden nuestras razones", dijo hoy a una radio asuncena el nuevo canciller, José Félix Fernández.

La postura de los partidos políticos que contribuyeron a la caída de Lugo de que esta "se ha hecho de forma constitucional", por más que la Carta Magna sea "anacrónica", hace que la situación sea "de difícil salida", opinó un diplomático extranjero consultado por Efe que habló bajo anonimato.

Aunque el relevo adolezca -observó- de una "cierta ilegitimidad", ha sido asumido por los "poderes fácticos" de Paraguay y notablemente por la Iglesia católica, que desde el principio llamó a sus bases a mantener la tranquilidad en las provincias e incluso intentó, sin éxito, convencer a Lugo de que dimitiera.

Ha habido "muchos intereses" en juego, según la fuente, que recordó el hartazgo de los empresarios por la "ingobernabilidad" de la era Lugo, y de las "grandes fortunas" por las constantes ocupaciones de tierras por parte de campesinos y el cuestionamiento de sus títulos de propiedad.

La única salida sería ahora negociar un adelanto de los comicios de 2013, pero el Tribunal Electoral la cerró hoy al asegurar que Franco "deberá" cumplir el mandato hasta agosto de 2013.

Lo cierto es que la crisis ha dañado la imagen de modernidad que Paraguay había conseguido proyectar, pero también que la presión exterior fomenta un "complejo de que siempre les golpean, no por casualidad los periódicos ya están hablando de una nueva Triple Alianza", incidió el diplomático.

Paraguay quedó diezmado en la Guerra de la Triple Alianza que libró en el siglo XIX con sus vecinos, Brasil, Argentina y Uruguay, hoy socios del Mercosur, bloque que ha suspendido al país de su participación en la cumbre de esta semana en Mendoza.

"El Mercosur nunca anduvo; a lo mejor ésta es la posibilidad de que hagamos un Tratado de Libre Comercio con EE.UU., Canadá y México, que no podemos porque estamos ligados al Mercosur", comentó airado el analista y exdiplomático paraguayo Hugo Saguier.

Según dijo a Efe Saguier, el Mercosur nunca garantizó al mediterráneo Paraguay el libre tránsito de personas, bienes y servicios que prevé su tratado y hoy está "violando" sus propios protocolos al excluir a Franco de la cumbre de Mendoza sin darle el derecho de exponer su "descargo".

El analista, en línea con otros comentarios que se pueden leer en la prensa estos días, relacionó el viraje de Lugo y su llamada a la resistencia con "la presión de Argentina, Bolivia y Venezuela, que son los que más están instigando a esta rebelión".

En su editorial, el diario ABC Color cargó contra los "acciones insensatamente agresivas" con las que algunos países amenazan a Paraguay y se preguntó si son conscientes de que eventuales sanciones castigarán al "pueblo llano", cuyo bienestar depende de la superación de la crisis.

El rotativo, de habitual oposición a Lugo, censuró sus "desaciertos y su desastrosa vida personal", que lo llevaron a perder el apoyo popular, y aseguró que el "levantamiento" que pronostica el exobispo "sólo existe en su radicalizada mente".

El temor a la violencia -el propio Lugo evocó hoy los enfrentamientos del "marzo paraguayo", en 1999- aún existe, con los dos bandos llamando a sus partidarios a manifestaciones en los próximos días.

"Todo depende de la Policía y las Fuerzas Armadas. Si siguen respaldando a Franco, no creo que la cosa pase a mayores. Si se dividen, puede venir una confrontación no sólo civil, sino también militar", expuso Saguier.

Paraguay "se sumerge en un tiempo de incertidumbre y turbulencias" justo cuando se había empezado a acostumbrar al "ritmo natural de cambiar presidentes cada cinco años por la vía electoral", destacó el analista Alfredo Boccia, en alusión a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89) y las décadas anteriores de constante inestabilidad, golpes y cambios de Gobierno.

En un blog en el diario Ultima Hora, Boccia censuró el "irracional entusiasmo" con el que su país se encamina a un destino como el de Honduras, que le hará pagar el "alto costo de ser calificados de republiqueta impredecible por la comunidad internacional".

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