"Si te pega, te quiere"... Así piensa la parlamentaria rusa que consiguió despenalizar la violencia machista

  • Elena Mizulina, abogada, de 62 años, es la artífice del proyecto parlamentario por el cual las agresiones de género pasan a ser una falta administrativa y no un delito.

    Mentora de iniciativas como la homofóbica "Ley de propaganda gay", esta ultraconservadora integrante de la MP ha vuelto a conmocionar al mundo con sus opiniones.

Elena Mizulina.
Elena Mizulina.
Diego Caldentey
Diego Caldentey

Elena Mizulina entró en el Consejo de la Federación de Rusia casi sin causar ruido. Pero poco a poco fue ganando fama en su país como política, con estruendosos proyectos parlamentarios. Hace cuatro años sorprendió al mundo con una iniciativa que finalmente vio la luz: la denominada ley de la "propaganda" gay, que prohíbe los comportamientos homosexuales en las calles rusas y en los medios de comunicación.

No conforme, esta ultraconservadora legisladora ahora ha decidido ir más allá de toda lógica, sentido común y coherencia. En 2016, comenzó a pergeñar un proyecto partiendo de una singular premisa: "Por una bofetada en la familia se puede ser condenado a 2 años de prisión con la etiqueta de 'criminal' para toda la vida, o recibir una multa de 40 mil rublos. Esta situación es impermisible. Es necesario corregir la ley y eliminar estas situaciones absurdas", llegó a declarar Mizulina ante los periodistas, sin temblarle la voz.

La política en verdad se aferra a un viejo y sádico proberbio ruso que reza: "Si te pega, te quiere". Aunque parezca mentira, esa idea ha estado presente en las raíces de la idiosincrasia del país durante décadas. Pero que en pleno siglo XXI Mizulina reflote en la sociedad aquel concepto al menos provoca escozor.

Ahora, de manera insólita, Rusia está a punto de aprobarle la ley que permite pegar a mujeres y niños... una vez al año sin que sea delito. La imperturbable Elena no quiere "personas encarceladas durante dos años simplemente por dar una torta". Así lo ha vuelto a manifestar, y el Parlamento ¡la ha escuchado! Dará da luz verde a su propuesta que busca descriminalizar la violencia doméstica para preservar la "tradición de la autoridad parental".

Mizulina en la actualidad es parlamentaria de la ultraconservadora MP y presidenta de la Comisión de Asuntos de la Familia y la Mujer de la cámara. Cree que "en la cultura familiar rusa las relaciones padre-hijo se construyen en torno al poder de la autoridad del padre. Las leyes deben apoyar esa tradición familiar".

De este modo se convertirá en la mentora de cambiar una ley ya existente en la que se reconoce que la violencia doméstica es una infracción penal, por otra que la considera una infracción administrativa. Más allá de su momento actual, conviene rastrear un poco en la vida de esta diputada homófoba que ha conseguido el siniestro hito en su país.

Tiene 62 años, está casada, es madre de dos hijos (Nikolay Mizulin y Ekaterina Mizulina) y es abogada. Como profesional en su cargo, ha recibido diversas condecoraciones, incluyendo el título de Abogado Honorario de Rusia. Como estudiante, precisamente, ha cursado en los prestigiosos centros Yaroslavl State University, Kazan y en la Academia Nacional de Economía y Administración Pública de Rusia. En 1992 obtubo el doctorado de Ciencia en Leyes.

Tres años después, en 1995, entró en el Parlamento ruso y se mantuvo en su cargo como legisladora hasta 2003. Después, en 2007 volvió a esa institución. Entre sus controvertidos proyectos, además de los mencionados, destaca el de la Adopción de niños huérfanos rusos por parte de extranjeros. Actualmente es presidenta del Comité de la Duma sobre Asuntos de la Familia, la Mujer y el Niño.

Ha cambiado su afiliación política varias veces, habiendo desempeñado cargos públicos en nombre del Partido Comunista de la Unión Soviética, los partidos liberales Yabloko y Unión de Fuerzas de Derecha y actualmente representa a la ultraconservadora MP.

Mizulina también es recordada en Rusia por acusar a varios de sus opositores políticos de pertenecer a un llamado "lobby pedófilo". En 2012 sugirió que "en las profundidades del partido Rusia Unida había un lobby pedófilo que estaba en contra de endurecer la ley sobre delitos sexuales contra Menores en 2011 durante la evaluación del Código Penal de Rusia".

Dentro de ese "lobby pedófilo", precisamente, incluyó en sus acusaciones al ex viceprimer ministro ruso Alfred Koch, quien denunció en su momento que el empleador de Nikolay Mizulin (hijo de la diputada, quen vive en Bruselas, está casado y tiene dos hijos) es el dueño de la firma de abogados Mayer Brown "podría no estar en consonancia con las leyes anti-gay decretadas por el gobierno ruso y encabezadas por la madre de Nikolay, ya que ese hombre es 'gay-friendly'", tal y como llegó a reconocer.

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