El partido del 'señor de la guerra' Hekmatyar firma la paz con el Gobierno afgano

EUROPA PRESS

Representantes del Gobierno afgano y del partido Hezb-e-Islami, liderado por el 'señor de la guerra' Gulbuddin Hekmatyar, han firmado este jueves al mediodía un esperado acuerdo de paz tras dos años de negociaciones.

Según informa la cadena de televisión Tolo, el acto de firma ha contado con la asistencia de altos cargos del partido de Hekmatyar y del Gobierno afgano. El pacto ha sido firmado por los representantes de Hezb-e-Islami y los miembros del Alto Consejo para la Paz.

Hekmatyar ha sido acusado de graves violaciones de los Derechos Humanos, especialmente durante la guerra civil de los 1990, cuando sus fuerzas fueron acusadas de intensos bombardeos sobre Kabul en los que murieron miles de personas pero apenas ha participado directamente en la insurgencia en los últimos años.

Tras los reiterados fracasos en la iniciación de conversaciones con los talibán, el acuerdo ofrece cierta esperanza de que el Gobierno afgano puede persuadir a otros grupos milicianos a que dejen el campo de batalla y se unan a un proceso político pacífico.

Tras la firma del acuerdo este jueves, la miembro del Alto Consejo para la Paz Habiba Sarobi ha dicho que el pacto será ahora trasladado al presidente afgano, Ashraf Ghani, y al líder de Hezb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, para que lo rubriquen.

Sarobi ha subrayado que las dos partes se han comprometido a respetar el acuerdo. A pesar de ese compromiso, está prevista una reunión de las dos delegaciones para discutir sobre varios artículos del pacto.

Por su parte, el presidente del Alto Consejo para la Paz, Pir Syed Ahmad Gilani, ha contado que están trabajando para lograr que todos los grupos que luchan contra el Gobierno se sienten a la mesa de negociaciones de paz.

Haneef Atmar, el asesor de Seguridad Nacional del presidente afgano, ha hecho un llamamiento a todos los grupos insurgentes, incluidos los talibán, para que se liberen del control de actores extranjeros y de Pakistán. En esta misma línea, ha pedido a los talibán que dejen de luchar y se sumen al proceso de paz.

Atmar ha afirmado que Hezb-e-Islami se ha comprometido a no apoyar a ningún grupo terrorista y a anunciar un alto el fuego permanente en Afganistán, por lo que detendrá todas sus actividades militares. Además, ha asegurado que se están haciendo gestiones para que los nombres de los integrantes de Hezb-e-Islami sean retirados de las 'listas negras' y para facilitar el retorno de Hekmatyar a Afganistán.

El jefe de la delegación del partido de Hekmatyar, Karim Amin, ha dicho que su partido vuelve a la escena política sin aliarse con otras fuerzas pero tampoco se opone a ninguna facción en Afganistán. El objetivo ahora pasa por garantizar la soberanía del país y que se mantenga un sistema islámico y se retiran las tropas internacionales, ha explicado. Además, Amin ha asegurado que los miembros de Hezb-e-Islami no tienen ninguna exigencia de participar en el Gobierno actual.

La Embajada de Estados Unidos en Kabul ha dado la bienvenida al acuerdo de paz y ha dicho que supone un paso más en el camino hacia la paz. "Estados Unidos continúa apoyando un proceso de paz liderado y controlado por los afganos que lleve al cese de la violencia de los grupos armados, rompiendo vínculos con los grupos internacionales y aceptando la Constitución, incluida la protección de las mujeres y de las minorías", ha dicho la legación diplomática en un comunicado.

EL GOBIERNO NO LE PROCESARÁ POR LOS DELITOS DEL PASADO

Según los medios afganos, el acuerdo garantizará a Hekmatyar una amnistía por los delitos pasados y la liberación de varios prisioneros de Hezb-e-Islami. El Gobierno afgano también ha accedido a presionar por el levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre Hekmatyar.

Pero muchos, especialmente entre los partidarios del jefe del Ejecutivo, Abdulá Abdulá, han expresado sus reservas por un acuerdo con un señor de la guerra pastún de tal prominencia. Los partidarios principalmente tayikos de Abdulá se han mostrado alarmados con la perspectiva de un poderoso bloque pastún que incline el incómodo equilibrio que se ha mantenido desde que las disputadas elecciones de 2014 se resolvieron con un gobierno de unidad nacional.

A lo largo de su historia personal, Hekmatyar ha sido aliado de Pakistán, de los muyahidines respaldados por Estados Unidos para enfrentarse a la Unión Soviética en los 80 y de los talibán. Hekmatyar fue incluido en la lista de terroristas de Estados Unidos en 2003.

Se cree que está al frente de varios cientos de combatientes vinculados con varios ataques contra las fuerzas internacionales y afganas.

Pese a la polémica en torno a Hekmatyar, otros antiguos señores de la guerra, principalmente el actual vicepresidente del país, Rashid Dostum, y el vicejefe del Ejecutivo Mohammad Mohaqiq, también han sido objeto de acusaciones de abusos de los Derechos Humanos y han sido incluidos en el Gobierno.

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