Cómo se explica el peculiar papel del ejército en la política turca. ¿Amenaza o garantía de democracia?

  • A diferencia de lo que ocurre en otros países, muchos turcos no ven el ejército como una amenaza a la democracia sino como un garante de ella.

    Detrás del movimiento militar puede ocultarse el malestar por las políticas islamistas del primer ministro Erdogan.

Los ciudadanos turcos tienen un buen concepto de su ejército como garante de la democracia.
Los ciudadanos turcos tienen un buen concepto de su ejército como garante de la democracia.
L.I.

El ejército turco moderno hereda la tradición de un imperio, el Otomano, que duró más de medio milenio. Ahora es una fuerza de más de un millón de efectivos, la segunda mayor de la OTAN, organización en la cual está integrada desde 1952. La Gendarmería y los guardacostas también están subordinados al ejército en tiempos de guerra.

En términos prácticos, los turcos se consideran en una guerra permanente en los territorios orientales, donde mantienen un enfrentamiento permanente con los kurdos del PKK, y recientemente con los yihadistas del Estado Islámico.

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Tal y como lo conocemos ahora, el ejército turco moderno se fundó tras la caída del imperio otomano tras Primera Guerra Mundial y la aparición de la actual Turquía. Además de la defensa del país y de las actividades inherentes a las fuerzas armadas, las fuerzas armadas se consideran guardianes de los principios del nuevo Estado turco y del legado del fundador de la República, Mustafá Kemal Atattürk.

Las Fuerzas Armadas han intervenido en política mediante golpes de Estado en 1960, 1971 y 1980. Al contrario de lo que ocurre en otros países, la ciudadanía turca tiene un alto concepto de sus militares. Entienden que ellos actúan como freno a distintas ansias dictatoriales del poder político. Por otro lado, garantizan el principio de laicidad con que Mustafá Kemal Atatürk fundó la nueva República. Constituyen, por tanto, una institución respetada y admirada entre la población, precisamente por su papel de garantes de la democracia.Agresión al imperio de la ley por parte del Gobierno Erdogan

De hecho, en su comunicado leído ante las cámaras de televisión este viernes para justificar el golpe, los militares han aludido a su voluntad de frenar "la agresión al imperio de la ley y a la democracia secular por parte del actual gobierno".

Los gestos religiosos del presidente Recep Tayipp Erdogan han causado profundas molestias entre miembros destacados de ejército el Gobierno. El mandatario turco aumentó la tensión al sustituir puestos muy relevantes del ejército para colocar a personalidades afines.

Aunque en un primer momento, la aparición de Erdogan fue vista con benevolencia por buena parte de la población, sus actuaciones autoritarias posteriores han causado una fuerte contestación en importantes sectores de la opinión pública, que sin ha sido respondida con recortes a la libertad de expresión. Además, ha impuesto una mayor presencia policial y militar en la sociedad, lo que se ha interpretado como un expresión clara de los ribetes autoritarios del presidente.

En este sentido, resulta complicado juzgar este movimiento militar desde los parámetros occidentales. Las instituciones europeas tardaron varias horas en pronunciarse sobre la crisis turca. Esto puede indicar que no todos los observadores internacionales vieron el golpe como una amenaza para la democracia. Cabe pensar que podía ser al contrario.

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