Piñera pide a todos sus ministros que renuncien para formar nuevo Gobierno

Sebastián Piñera
Sebastián Piñera
Europa Press

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió este sábado a todos sus ministros que pongan sus cargos a disposición para formar un nuevo Gobierno, un día después de que el estallido social reuniese a más de un millón de personas en una marcha en Santiago de Chile.

"He pedido a todos los ministros poner su cargos a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete para poder enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargo de los nuevos tiempos", ha confirmado el mandatario en una comparecencia recogida por el diario 'La Tercera'.

A continuación, Piñera ha solicitado al Congreso chileno que respalde el "enorme esfuerzo" a acometer para aplicar el "amplio y profundo" programa de reformas que solicita la población. Piñera, minutos antes, había ordenado el levantamiento del toque de queda en Santiago después de la conducta "ejemplar" demostrada por el millón de ciudadanos que salieron este viernes a las calles del país para expresar en paz sus críticas a la política económica del Gobierno.

El presidente ha añadido que "si las circunstancias lo permiten, es mi intención levantar todos los estados de emergencia a partir de las 24 horas de este domingo".

Cientos de miles de chilenos han salido a la calle cada día para protagonizar protestas. El alza en el precio del billete del metro de Santiago prendió la mecha del descontento social contra la desigualdad y los altos precios de servicios básicos como la salud, la electricidad o el transporte en Chile, desatando una ola de indignación nunca antes vista desde la recuperación de la democracia.

Una protesta histórica

Las protestas en Chile contra la desigualdad social alcanzaron este viernes un nivel sin precedentes al reunir a alrededor de 1,2 millones de personas en una histórica manifestación en la capital del país para reclamar la salida del presidente y reivindicar hondas reformas sociales.

La masiva concentración en la Plaza Italia, punto neurálgico de esta ola de protestas que abarca a todo el país, fue inédita en la historia democrática de Chile y solo fue comparable a las movilizaciones de 1988 contra la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

La gran plaza de Santiago de Chile se quedó pequeña para acoger a todos los manifestantes y ni siquiera las dos Copas América que la selección de Chile ganó en 2015 y 2016 lograron congregar a tantas personas en la emblemática plaza, donde esta vez los chilenos llegaron desde los puntos más lejanos de la ciudad en auténticos ríos de gente.

El momento más emotivo de la movilización fue cuando se desplegó una bandera nacional gigante con el ya extendido lema "Chile despertó", mientras desde uno de los edificios de la plaza se leía otro enorme cartel que decía "Por la dignidad de nuestro pueblo, a la calle sin miedo".

Hasta el momento la ola de protestas deja un saldo de al menos 19 muertos, de ellos seis extranjeros y cinco presuntamente a manos de agentes del Estado; los heridos no son menos de 600 y los detenidos superan los 6.000, según la Fiscalía.

Las pérdidas comerciales en estos ocho días de disturbios alcanzan los 1.400 millones de dólares, según la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), de ellos 900 por destrozos y saqueos en 25.000 locales comerciales y 500 millones por lucro cesante.

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