El Gobierno de Túnez bromea en su nueva campaña para atraer turismo sobre la imagen de "mano dura" que ha podido transmitir el país a raíz de la represión de las revueltas de meses atrás, antes de la caída de Ben Alí.
"Dicen que en Túnez se trata a algunas personas con mano dura", afirman los carteles publicitarios que pueden leerse estos días en las calles de varias ciudades europeas, y en los que se ve a una mujer recibiendo un masaje.
Otros anuncios muestran ruinas romanas junto a las que se lee "Dicen que en Túnez no hay más que ruinas". Según informa hoy la BBC, la campaña ha sido calificada de "insensible" y de no respetar la memoria de las víctimas de la dictadura de Zine el Abidine Ben Alí y de las revueltas que acabaron con el derrocamiento del dictador, cuyo primer juicio comienza hoy.
La publicista responsable de la campaña, Syrine Cherif, ha dicho que el objetivo de los anuncios era "dar que hablar".
"Queríamos provocar para disipar los miedos que mucha gente tiene en el resto del mundo sobre la Primavera Árabe", ha manifestado Cherif a la BBC. "La campaña está dirigida a los extranjeros, no al pueblo tunecino. Los abusos los cometió gente de la dictadura y ahora la dictadura se ha acabado. Hoy tenemos un nuevo Túnez", comenta.
El turismo es crucial para la economía del país. Con una población de poco más de 10 millones de personas, el sector da empleo a unas 400.000 personas y aporta a las arcas públicas unos 2.500 millones de dólares al año.
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