Por qué el "gallina" Jeremy Corbyn ya no quiere elecciones contra Boris Johnson

  • El líder de la oposición lleva años pidiendo unos comicios que ayuden a desencallar el Brexit; ahora, no considera que sea el momento adecuado.
Jeremy Corbyn, a la salida de un colegio electoral este jueves
Jeremy Corbyn, a la salida de un colegio electoral este jueves
EFE

Jeremy Corbyn lleva los últimos años pidiendo elecciones generales para llevar a puerto la cuestión del Brexit. Desde la celebración del referéndum de 2016, el líder de los laboristas y de la oposición ha criticado una y otra vez el movimiento proBrexit que han encabezado, entre otros, Nigel Farage -líder del Partido del Brexit- y el actual primer ministro británico, Boris Johnson. Pero también ha pedido repetidamente la celebración de comicios para poder liderar a Reino Unido en un proceso kafkiano que ha terminado obligando a la anterior jefa del Ejecutivo, Theresa May, a dimitir sin haber logrado la salida del país de la UE. Sin embargo, ahora Corbyn no ha cedido a la exigencia de elecciones de Boris Johnson, quien ha llegado a acusar al líder laborista de ser un "gallina".

Esta semana, Boris Johnson proponía ante el Parlamento británico la convocatoria de unas elecciones anticipadas el próximo 15 de octubre, justo antes de la cumbre del Consejo Europeo (el día 17) y de la fecha efectiva de salida de Reino Unido de la UE, el 31 de octubre. Johnson, que este miércoles por la noche necesitaba el respaldo de dos tercios de los diputados para sacar adelante la iniciativa, lanzó su proposición después de que la Cámara de los Comunes respaldase una ley para bloquear una salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE). Sin embargo, su propuesta de elecciones se saldó con una tremenda derrota, por 298 votos a 56.

Tanto Corbyn como el Partido Laborista justificaron su rechazo arguyendo que la ley aprobada el miércoles para forzar la prórroga del Brexit más allá del 31 de octubre debe aún ser refrendada por la reina Isabel II, previa aprobación en la Cámara de los Lores. Pero este paso, que deberá ser ratificado antes de las 18.00 horas de este viernes en la Cámara Alta, tampoco asegura el 'sí' de Corbyn a unas hipotéticas elecciones el próximo 15 de octubre. Por un lado, porque implicaría ceder ante la última bala de Johnson para forzar un Brexit, con o sin acuerdo, el próximo 31 de octubre. En segundo lugar, porque los laboristas ya han empezado a presionarle para que acepte unos comicios en noviembre, como pronto.

La idea es que Johnson no tenga tiempo para revocar la ley que le obliga a prorrogar el Brexit, en el caso de que obtuviese una mayoría parlamentaria tras las hipotéticas elecciones del 15 de octubre. Si esto sucediese, el líder conservador podría iniciar otro procedimiento de urgencia en la Cámara de los Comunes para revertir esa norma. Y se trata de un temor bastante fundado, ya que la mayoría de los analistas coincide en señalar que unos comicios con Johnson como candidato podrían aglutinar todo el voto proBrexit en torno a su figura y darle la mayoría que necesita.

El primer ministro aseguraba el miércoles, tras aprobarse la ley que le impide ejecutar el Brexit sin acuerdo el 31 de octubre que ha habido "progresos sustanciales" en sus contactos con la UE, aunque Bruselas ha mantenido hasta ahora que no contemplan suprimir del acuerdo la cláusula para evitar una frontera en Irlanda del Norte, la principal reclamación del jefe de Gobierno británico. Sin embargo, su discurso ambiguo (aún no ha explicado cómo gestionaría un Brexit 'duro') parece no desalentar a los votantes, sino todo lo contrario: la intención de voto hacia el Partido Conservador ha ido alza en las encuestas desde que Johnson asumió la jefatura de Gobierno a finales de julio.

En unas elecciones, el primer ministro trataría de obtener una mayoría suficiente para superar los actuales escollos parlamentarios y continuar implementando sus planes. Un sondeo publicado esta semana por la firma YouGov sugiere que los conservadores obtendrían el 35 % de los votos en unas elecciones, los laboristas el 25 %, los liberal-demócratas el 16 % y el Partido del Brexit el 11 %.

Además, este jueves, Johnson repetía su intención de convocar elecciones anticipadas. Y, en el turno de preguntas tras un discurso, no dudó en contestar que "preferiría esta muerto en una zanja" antes que pedir otra prórroga a Bruselas, a pesar de la ley que le obliga a ello y que fue aprobada un día antes. Una señal inequívoca de su intención de volver a tomar el control del proceso a través de unas elecciones generales que lo legitimen ante la UE y dejen la puerta abierta a un Brexit 'duro'. 

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