¿Es posible dar marcha al Brexit? No es imposible, pero la posibilidad es remota

  • La consulta no era vinculante y aún no se ha ratificado el artículo 50. La Cámara de los Lores, sin mayoría conservadora, votará el 20, pero no es probable que se pronuncie en contra.

    Si hay comicios anticipados, podrían resurgir los Liberal Demócratas enarbolando la vuelta a la UE. Si consiguiesen la mayoría, estarían capacitados para convocar otra consulta.

¿Es posible dar marcha al Brexit? la posibilidad es muy remota, pero no es imposible
¿Es posible dar marcha al Brexit? la posibilidad es muy remota, pero no es imposible

El ex primer ministro británico, Tony Blair, ha pedido a los ciudadanos británicos que se alcen contra los planes del Gobierno para forzar su salida de la Unión Europea. Blair se ha mostrado contundente, también lo fueron diversos dirigentes de distintos partidos, tras conocerse el inesperado y ajustado resultado de un referéndum que dejaría al Reino Unido fuera de la Unión Europea.

"La gente votó sin pleno conocimiento de los términos del Brexit y tienen todo el derecho del mundo a cambiar de opinión una vez se han aclarado sobre estas condiciones. Nuestra misión es persuadirlos de que lo hagan", aseguró Blair.

Las palabras de Blair llegan en un momento en el que tiempo para dar marcha a la decisión de los británicos se agota y la salida del Reino Unido de la UE parece irreversible. La posibilidad de frenar el Brexit es remota, pero no imposible, ya que el referéndum no era vinculante y todavía no se ha activado el artículo 50 del Tratado Europeo para comenzar el divorcio con Bruselas, ya la Cámara de los Lores tendrá que ratificarlo el próximo día 20.

Te puede interesar: Diez preguntas y respuestas sobre el Brexit

Pese a todo, el tiempo parece agotado. El pasado día 8, la Cámara de los Comunes dio luz verde a la ley del Brexit, que queda lista para el último impulso en Cámara de los Lores, y la 'premier' Theresa May podría tener las manos libres para poder activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa a partir del 9 de marzo.Opciones y posibilidades

El diplomático británico John Kerr, escocés y europeísta, fue el encargado de redactar el artículo 50 que incorpora el Tratado de Lisboa y que permite que cualquier Estado miembro "puede decidir retirarse de la Unión Europea conforme a sus reglas constitucionales".

El mismo Kerr advertía hace unos días que en el artículo 50, que permite el divorcio británico con Europa, se esconde una remota posibilidad de frenar el Brexit. "En ningún sitio se dice que la invocación del artículo 50 sea irreversible (...) No es inconcebible que en 2019, cuando los efectos económicos y las autolesiones causadas sean más visibles, los británicos decidan que es mejor quedarse", aseguraba.

Te puede interesar: El gurú y viñetista que predijo el Brexit y el triunfo de Trump vaticina que ganará Le Pen

En su punto cinco, el Artículo 50 deja precisamente abierta la puerta a la posibilidad de que un país que se haya retirado de la UE pueda reclamar volver a ser miembro. "En este caso, estaríamos a expensas de lo que acuerden los otros 27 estados. Y puedo prometer que no será como dice Boris Johnson: 'Podemos tener nuestra parte del pastel y comérnoslo'. Nos harían pagar un alto precio político por el tiempo perdido", reconocía el diplomático en una información que publicaba El Mundo.

"Los parlamentarios no tendrán las suficientes agallas para impedir que el Gobierno invoque el Artículo 50: al final votarán en contra el veterano Kenneth Clarke y alguno más", reconoció Kerr.¿Es posible otro referéndum?

En el referéndum del 23-J, los euroescépticos lograran el 51,9% de los votos frente al 48,1% que obtuvieron los británicos que apostaron por la permanencia.

Casi inmediatamente después del referéndum, muchos ciudadanos se lanzaron a firmar para que se celebre otro plebiscito. A día de hoy son más 4,15 millones los británicos que han firmado esa solicitud.

La petición fue impulsada por William Oliver Healey, que pide a los diputados ratificar una norma por la cual, si el voto partidario de salir o quedarse está por debajo del 60%, con una participación inferior al 75% -en el referéndum de 23-J superó ligeramente el 72,1%- debería convocarse otra consulta.

El referéndum no es vinculante y la puntilla al Brexit podría venir de la Cámara de los Lores, que pese a todo, si tomasen esta decisión contraria al resultado de la consulta, se jugarían su carrera política.

La Cámara de los Lores comenzará a debatir sobre la salida de la UE el próximo 20 de febrero. Al contrario que la Cámara de los Comunes, la Cámara Alta no está dominada por el Partido Conservador. El recurso presentando por el Partido Laborista, que solicita la celebración de un segundo referéndum para aprobar el acuerdo final del Brexit, cuenta con el apoyo de la Cámara de los Lores, tanto de los parlamentarios laboristas, como de los Liberal Demócratas, como de algunos conservadores.

Entre los 805 lores el apoyo a la permanencia era mayoritario antes del referéndum, sin embargo, no parece probable un freno total al referéndum. Aseguraba John Kerr -artífice del artículo 50- el voto contrario al Brexit supondría "la sentencia de muerte" de la Cámara Alta, siempre cuestionada.

Los Lores podrían dar el último espaldarazo al Brexit el 7 de marzo, a tiempo para la cumbre europea en Malta el 9 de marzo, en la que Theresa May podría dar de una vez el pistoletazo de salida de la UE, al cabo de más ocho agónicos meses desde el referéndum. La separación definitiva durará dos años.Nuevas elecciones y cambio de mentalidad

El próximo mes de octubre, el dividido Partido Conservador tendrá que elegir a un nuevo líder que sustituya David Cameron. El nuevo dirigente ser directamente en primer ministro. No es necesario convocar elecciones anticipadas, pero tampoco se descartan. 

Si un partido asume la bandera de convocar un nuevo referéndum y gana en los comicios por mayoría, podrían convocarse un segundo referéndum, cuyo resultado es impredecible, debido a la total división de los británicos, pero teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado: los británicos ya conocen las trampas del Brexit y los eurófilos han aumentado.

En los próximos comicios podría surgir una nueva formación centrista y pro-EU que podría desestabilizar el bipartidismo, que aprovecharía la división tanto de conservadores como laboristas. Los europeístas Liberal Demócratas, un partido con una ideología similar a Ciudadanos, podrían recuperar el protagonismo si hacen una apuesta clara por regresar a Europa.

Mostrar comentarios