El presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha pedido a los ciudadanos de Filipinas que disparen con armas de fuego contra los narcotraficantes que se resistan a ser arrestados. De esta forma, el mandatario filipino intenta que los ciudadanos colaboren en la lucha contra el crimen. Asimismo, prometió que los filipinos que tomen parte en esta "guerra sangrienta" serán recompensados. "No lo dude, llame a la policía, o hágalo usted mismo si tiene la pistola, tiene mi apoyo", afirmó.
Si un vendedor de drogas se resiste a la detención o se niega a ser llevado a una comisaría de policía y amenaza a un ciudadano con una pistola o un cuchillo " se le puede matar", dijo Duterte. " Dispárale y le voy a dar una medalla ".
El mandatario hizo estas declaraciones ante la muchedumbre que se congregó este sábado en la ciudad de Davao para celebrar su victoria en las últimas elecciones.
Alcalde durante años de Davao, Duterte ganó las elecciones presidenciales del pasado 9 de mayo con la atrevida propuesta de terminar con la delincuencia y la corrupción en los seis primeros meses de su mandato. Esta promesa encandiló a muchos filipinos cansados de los crímenes aunque muchos responsables policiales creen que es imposible cumplirla. Observadores de derechos humanos expresaron su alarma ante la posibilidad de que esta iniciativa contra el crimen pueda llevar a violaciones de derechos generalizadas.
"Los que destruyen las vidas de nuestros hijos serán destruidos. Los que matan mi país serán matados. Tan simple como eso. No hay término medio. No hay excusas", dijo nada más ganar la elecciones.
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