Cumbre sobre el Fondo de Recuperación 

Primer 'round' en la UE: España se juega 140.000M contra Holanda y los frugales

España llega a la cumbre con varias "líneas rojas muy claras" en las que no está dispuesta a ceder para facilitar un acuerdo con el grupo de los cuatro socios austeros.

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Primer 'round' en la UE: España se juega 140.000 millones contra Holanda y los frugales
EFE

Por primera vez, los 27 líderes de la Unión Europea discutirán abiertamente el diseño del Fondo de Recuperación de 750.000 millones para hacer frente a los devastadores efectos de la Covid-19 y su reparto entre los Estados miembros. La trascendental cumbre de este viernes, por videoconferencia, se prevé conflictiva, porque el plan diseñado por la Comisión Europea para superar la crisis de la 'Gran Reclusión' levanta ampollas entre varios gobiernos. España se juega 140.000 millones entre subvenciones y préstamos y llega a la reunión con varias "líneas rojas muy claras" en las que no está dispuesta a ceder para facilitar un acuerdo con el grupo de los cuatro socios austeros, los 'frugales', capitaneado por Holanda y en el que hay un gobierno de centro derecha (Austria) y dos socialdemócratas (Dinamarca y Suecia).

A ojos del Gobierno de España, la cuantía del Fondo de Recuperación es "razonable" aunque "preocuparía que se bajara", reconocen fuentes del Ministerio de Economía porque los 750.000 millones "está incluso en la parte baja" de lo que querría España. Italia también exigía un fondo de al menos un billón de euros y el Parlamento Europeo había elevado su apuesta hasta los dos billones.

Por otra parte, fuentes del Gobierno se muestran conformes con los 500.000 millones de euros que la Comisión plantea repartir como transferencias, o subsidios a fondo perdido, entre las regiones y sectores más beneficiados y recalcan que las "transferencias también deben ser una parte muy importante en el resultado para limitar el impacto en deuda para receptores". 

España no teme la condicionalidad europea

España es el segundo país más beneficiado, después de Italia, en el reparto de los 500.000 millones de euros en subsidios: le corresponderían alrededor de 80.000 millones. No obstante, las cifras aún no son oficiales. La presidenta de la Comisón, Úrsula von der Leyen, detallará dicho reparto durante la cumbre.

Para recibir los 80.000 millones, el Gobierno español tendrá que presentar antes un programa de reformas económicas, además de especificar en qué invertirá los fondos comunitarios. No obstante, España no teme la llegada una nueva troika o una vigilancia con lupa por parte de Bruselas. "Hablamos de una condicionalidad vinculada al ejercicio efectivo de los programas que hemos acordado juntos, y esto no es nuevo en absoluto", minimiza un diplomático español en declaraciones a La Información

Los planes del Gobierno de Pedro Sánchez pasan por emplear los fondos para invertir en una transición energética en línea con el 'Green Deal' comunitario, favorecer la digitalización de las empresas, especialmente en los sectores más golpeados por el confinamiento y la caída de la actividad como el turismo o la hostelería, y "superar los cuellos de botella de nuestra estructura económica". España se reservaría julio para acudir al Fondo SURE para el empleo, dotado con 100.000 millones de euros, y costear el gasto de los ERTE.

Para 'animar' la cumbre -y de paso poner escollos al esquema de transferencias que pide España- Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia enviaron esta misma semana una carta al 'Financial Times' en la que aseguran que, de seguir los planes de la Comisión, "el dinero tendrá que ser devuelto por los contribuyentes". También se preguntan "cómo puede ser responsable gastar 500.000 millones en dinero que se pide prestado y cuya factura se pasa al futuro". El grupo de los 'frugales' apuesta por un fondo de duración limitada y repartir las ayudas mediante "préstamos a los que realmente lo necesitan en las mejores condiciones posibles". Su posición no solo choca frontalmente con los intereses de España, Italia, Bélgica o Portugal, también con la propuesta la Comisión y el plan de Alemania y Francia.

"Estamos inmersos en unas negociaciones. Es normal que se juegue a ser más duro para intentar obtener un acuerdo mejor. Es algo lógico", relativizan a este diario desde el equipo de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, sobre esta maniobra jugada de los frugales.

El tiempo apremia para movilizar los 750.000 millones

Lo cierto es que este viernes no habrá acuerdo. Aunque trascendental, ésta "es una cumbre de calentamiento, queda todo por hacer, solo tenemos la propuesta", reconoce a este diario una fuente diplomática española. En julio, los líderes por fin se reunirán cara a cara en Bruselas -si no hay nuevos brotes de la Covid-19- y la fecha del día 9 comienza a tomar fuerza. No se descarta que haya otra cumbre antes de septiembre porque el plan de la Comisión debe aprobarse al menos a nivel de gobiernos antes de octubre, con tiempo suficiente para que los parlamentos nacionales y la Eurocámara lo debatan y ratifiquen. Si no se consigue tampoco habrá un cambio del presupuesto europeo para el 1 de enero de 2021 que permita a la Comisión emitir deuda por miles de millones de euros en los mercados para financiar el Fondo de Recuperación.

El equipo del presidente Michel y países como España esperan que este viernes se sienten las bases de "un acuerdo político (que se cerrará) en julio", que fijará la arquitectura y el reparto del fondo planteado por la Comisión. A eso responden las discusiones previas celebradas hasta el último momento. Este mismo jueves el presidente del Consejo mantenía varias llamadas de teléfono con los líderes de Holanda, Finlandia o Suecia. "El presidente Michel está totalmente involucrado en llegar a un acuerdo", señalan desde su equipo. 

Pese a la carta, las posiciones de los 'frugales' se han movido. En Dinamarca, que acaba de abrir sus fronteras con todos los socios comunitarios excepto Portugal y Suecia, gobiernan los socialdemócratas y la presión de sus colegas europeos en las últimas semanas ha sido descomunal. Hasta el punto de que Copenhague ya abre la mano a miles de millones en subsidios a fondo perdido. Y Suecia, también gobernada por los socialdemócratas, está en una posición muy difícil tras el estrepitoso fracaso de sus planes para lograr la "inmunidad de grupo", con una tasa de mortalidad durante la pandemia superior al 4% en mayores de 70 años. 

"Sí, estamos viendo que las delegaciones y los Estados miembros están rebajando el tono si lo comparamos con la anterior discusión sobre los presupuestos de la UE", reconoce a La Información una alta fuente europea, que lo achaca al "sentimiento de que estamos viviendo una crisis excepcional". 

Holanda se mantiene como el principal escollo a superar para alcanzar un acuerdo antes de la pausa estival. Pero para el país con el segundo tejido empresarial más beneficiado por el mercado interior europeo la conclusión debería ser obvia: "La crisis tiene un coste económico enorme" para toda Europa "y cuanto más tardemos en señalar a los mercados que Europa reacciona, más caro nos saldrá", concluye el diplomático español.

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