Una princesa saudí deja París tras ordenar a su guardaespaldas que mate a su decorador

  • La princesa saudí, descendiente del antiguo rey Khalid, se molestó con el artesano cuando le vio haciendo fotos de la estancia que tenía que componer.

    “¡Mata a ese perro, no se merece vivir!” ordenó a su guardaespaldas, creyendo que iba a vender las imágenes a la prensa.

El guardaespaldas hizo que el decorador le besara los pies a la noble saudí en señal de arrepentimiento.
El guardaespaldas hizo que el decorador le besara los pies a la noble saudí en señal de arrepentimiento.
GettyImages

La policía francesa busca a una princesa saudí que presuntamente ordenó la muerte del decorador que estaba trabajando en su apartamento del número 16 de la avenida Fosch en la capital francesa.

“¡Mata a este perro, no se merece vivir!”, fueron las palabras exactas con que dio la orden a su guardaespaldas. La mujer se molestó cuando sorprendió al profesional tomando fotografías de una de las estancias de la casa.

(Te interesa leer: Arabia Saudí confirma que decapitará y crucificará a un joven de 20 años)

Ella creyó que iba a vender las imágenes a la prensa del corazón. No atendió a las explicaciones del decorador, que trató de hacerle entender que necesitaba sacar fotos de la ubicación exacta de los muebles antes de moverlos para poder colocarlos en la misma posición una vez terminara el trabajo.Obligado a besarle los pies

Según denunció el decorador y recogió la prensa francesa, el guardaespaldas le propinó un golpe en la cabeza y después le ató de las manos. Entonces le obligó a arrodillarse y a besar los pies de la noble saudí, que es hija del antiguo rey Khalid de Arabia Saudita, fallecido en 1982.

A los guardaespaldas del personal diplomático residente en Francia se les permite portar armas. Sin embargo, se les prohíbe a los profesionales nacionales de seguridad privada, salvo raras excepciones.

De acuerdo a las declaraciones de la supuesta víctima, el guardaespaldas lo mantuvo retenido en esa posición alrededor de cuatro horas, hasta que intervino otro empleado de la princesa, que sacó una copia del carné de identidad y le echó de la casa dándole órdenes estrictas de no acercarse jamás a ese distrito.

El decorador acudió a la policía, que pudo comprobar las señales de los golpes en su cabeza. Pese al incidente, ha intentado cobrar su factura de 20.000 euros por los servicios prestados. Pero ha sido en vano. Además, los saudíes se han quedado con su equipo de trabajo en el apartamento de la princesa, que de momento no aparece. Se da por hecho que ha dejado París, amparada en su inmunidad diplomática.

Son numerosas las quejas sobre el trato que recibe el personal doméstico en los hogares de las familias pudientes de Arabia Saudí.

Sigue @martinalgarra//

Mostrar comentarios