A punto de finalizar una de las campañas más sucia de la historia de EEUU

A punto de finalizar una de las campaña más sucia de la historia de EEUU
A punto de finalizar una de las campaña más sucia de la historia de EEUU

Confrontación política, insultos y comentarios tachados de xenófobos o racistas han dominado la campaña electoral en EEUU donde existe la sensación de que EEUU es hoy un país polarizado, una nación dividida. Ya no se trata de una división entre votantes de Hillary Clinton y Donald Trump, o entre los partidos Demócrata y Republicano de ambos candidatos respectivamente, es algo más profundo que al calor de la bronca campaña entre el candidato republicano Donald Trump y la demócrata, Hillary Clinton ha emergido con fuerza en EEUU.

Los analistas coinciden en que esta campaña es la más agria de la historia moderna de EEUU tanto que a los votantes les cuesta digerirla. Una encuesta de New York Times/CBS News indicó esta semana que más de ocho de cada 10 votantes dicen que la campaña les causó más desagrado que excitación, en medio de un mar de dudas sobre la capacidad del ganador de reunificar al país.

Durante todas estas semanas hemos asistido a una campaña bronca. En ocasiones, fuera de control. Casi todos los días, ambos candidatos se han involucrado en una serie de escándalos y se han atacado mutuamente mientras, por otro lado, intentan ganar la confianza de sus electores.

Semana a semana, especialmente en la recta final, aumentaban los ataques entre republicanos y demócratas. Clinton apareció en Florida en un acto de campaña con la venezolana Alicia Machado, miss Universo 1996 a la que Trump llamó Miss Piggy por haber engordado. Ambas mujeres criticaron duramente al republicano. “Nos llama sucias o Miss Piggy, ¡no podemos permitírselo!”, manifestó la ex reina de belleza. Poco después, horas antes de uno de los debates presidenciales, The Washington Post publicaba un vídeo en el que Trump aseguraba que “si eres una estrella”, las mujeres te dejan hacerles lo que quieras.

Por el lado republicano se contraatacó con varios anuncios en televisión donde se aseveraba que Clinton no debe ser presidente porque utilizó su correo personal para recibir información que compromete la seguridad nacional. Mientras todo esto ocurría, Trump tuvo un golpe de suerte para seguir atacando a la candidata. El viernes 28 de octubre el director de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, informó al Congreso que investigaban nuevos correos electrónicos relacionados con el servidor privado de Clinton.

La pelea entre ambos candidatos ha provocado que los aspirantes dejen de lado temas más profundos como la guerra en Siria, la lucha contra Estado Islámico, la economía o el cambio climático, entre otros, para criticarse mutuamente y defenderse. La guerra sucia en la campaña parece estar desplazando a la batalla que se dio en 1828 entre el demócrata Andrew Jackson y el republicano John Adams, donde la mentira y la difamación también dominaron la campaña Esa es considerada una de las campañas más sucias en la historia del país.

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