Pushilin dice que Putin les dio esperanzas y luego les abandonó

    • El jefe de la autoproclamada república popular de Donetsk criticó hoy al presidente ruso por renunciar a intervenir con sus tropas en el sureste de Ucrania en apoyo a los separatistas.
    • El líder prorruso pidió perdón a los habitantes de Slaviansk, que se rindió hoy a las fuerzas ucranianas después de más de dos meses de combates.
Poroshenko dispuesto a un nuevo alto el fuego en Ucrania con menos condiciones
Poroshenko dispuesto a un nuevo alto el fuego en Ucrania con menos condiciones

El jefe de la autoproclamada república popular de Donetsk, Dennís Pushilin, criticó hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, por renunciar a intervenir con sus tropas en el sureste de Ucrania en apoyo a los separatistas y afirmó que el jefe del Kremlin les dio esperanzas y después les abandonó.

"Qué decir. Nos dieron esperanzas y luego nos abandonaron. Fueron muy bonitas las palabras de Putin sobre la defensa del pueblo ruso, de 'Novorossia' (como se denominan los separatistas), pero sólo fueron palabras", lamentó Pushilin en la red social Twitter.

El líder prorruso pidió perdón a los habitantes de Slaviansk, que se rindió hoy a las fuerzas ucranianas después de más de dos meses de cruentos combates prácticamente ininterrumpidos que han causado numerosos muertos y daños en la ciudad, hasta hoy símbolo de la sublevación contra Kiev.

"Slaviansk ha sido entregado. Ciudadanos de Slaviansk, sentimos no haber podido defenderos", escribió Pushilin.

Esta madrugada, los insurgentes prorrusos que llevaban casi tres meses atrincherados en Slaviansk entregaron la ciudad a las fuerzas de Kiev y, tras romper el cerco de los militares ucranianos, se dirigieron al sur, a la vecina Kramatorsk y también a Górlovka, Yenákievo y Donetsk, capital de la región.

A mediados de abril pasado, cinco días después de que los separatistas tomaran las armas en Slaviansk pero antes de que empezaran los combates entre los dos bandos, Putin advirtió a Kiev de un eventual envío de tropas al este de Ucrania si no se respetaban los derechos de los rusos y los rusohablantes.

El Senado ruso otorgó al presidente la posibilidad de usar las Fuerzas Armadas en Ucrania y Putin, apenas cuatro días después de que el Gobierno ucraniano lanzara la operación antiterrorista para recuperar el control de las regiones de Donetsk y Lugansk, manifestó su esperanza en no tener que ejercer ese derecho.

En aquel entonces, con el referéndum de autodeterminación de Donetsk y Lugansk aún por celebrar, el jefe del Kremlin dijo: "Debemos hacer todo por ayudar a esa gente a defender sus derechos y decidir por sí misma su destino. Por eso, vamos a luchar".

Recordó que seis regiones del sureste de Ucrania (Járkov, Donetsk, Lugansk, Jersón, Odessa y Nikoláyevsk) pertenecían al imperio zarista bajo el nombre de "Novorossia" hasta que en la década de los 20 las autoridades soviéticas las cedieron a Ucrania.Los rebeldes rinden Slaviansk, símbolo de sublevación prorrusa en Ucrania

La mayor parte de los rebeldes atrincherados desde hace tres meses en Slaviansk, símbolo de la sublevación prorrusa contra Kiev, abandonaron esta madrugada la ciudad que ayer quedó cercada por las fuerzas ucranianas, informó hoy el ministro de Interior de Ucrania, Arsén Avákov.

"Inteligencia comunica que Guirkin (más conocido como Igor Strelkov, jefe de las milicias de la ciudad) y la mayor parte de sus guerrilleros han huido de Slaviansk, sembrando pánico entre los pocos (milicianos) que han quedado", escribió Avákov en su Facebook.

La Administración del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, confirmó la rendición de Slaviansk a las fuerzas gubernamentales e informó de que la ciudad era barrida por unidades de reconocimiento ucranianas.

"El presidente ha ordenado al jefe de Estado Mayor izar la bandera estatal sobre el Ayuntamiento de Slaviansk", señala un comunicado de la Administración presidencial.

El jefe del Estado Mayor ucraniano, Víktor Muzhenko, que ayer tomó parte en la toma de la localidad de Nikoláyevka, próxima a Slaviansk, reportó a Poroshenko que "los guerrilleros intentaron romper el cerco esta madrugada y cayeron bajo el fuego de morteros disparado por los militares ucranianos".

Sin embargo, numerosos testigos citados por varios medios ucranianos aseguran que los insurgentes rompieron esta madrugada el supuesto cerco a la ciudad y se trasladaron a la vecina Kramatorsk con casi todos sus efectivos y medio centenar de vehículos y blindados.

El ministro de Interior, al igual que otros testigos del repliegue de los separatistas, señalaron que al menos una columna de los rebeldes se dirigió en dirección a la ciudad de Donetsk, capital de la región homónima, con un millón de habitantes y en manos de los prorrusos.

Los combates por Slaviansk, el primer lugar del este ucraniano donde los separatistas tomaron las armas para establecer su control total sobre toda una ciudad, no habían cesado en más de dos meses, ni siquiera durante el teórico alto de fuego unilateral decretado por Kiev, vigente entre los pasados 20 de junio y el 1 de julio.

Las fuerzas ucranianas expulsaron a los separatistas de Nikoláyevka, última ruta de abastecimiento que tenían los milicianos atrincherados en Slaviansk, en la que permanecen aún alrededor de 45.000 de sus 120.000 habitantes.

Por otro lado, hoy concluye el plazo acordado por Kiev, Moscú, París y Berlín para celebrar una nueva ronda de consultas entre el Gobierno ucraniano y los separatistas que podría cristalizar en nuevo alto de fuego en el este de Ucrania.

Poroshenko ofreció ayer a los sublevados celebrar este sábado la ronda de consultas y quedó a la espera de que otros miembros del llamado grupo de contacto (Ucrania, Rusia, OSCE y los separatistas) confirmen hora y lugar para la reunión.

El presidente ucraniano ha accedido a negociar con los rebeldes e incluso a declarar un cese de hostilidades duradero, al que ha puesto tres condiciones: su cumplimiento por los sublevados, la liberación de todos los prisiones y el establecimiento del control sobre la frontera ruso-ucraniana, con la cooperación de Rusia y bajo la vigilancia de la OSCE.

En un aparente cambio de rumbo, Poroshenko ya no exige a los separatistas la rendición total como única condición para poner fin a la operación militar lanzada por Kiev contra los insurgentes que actúan en las regiones de Donetsk y Lugansk, como sí hacía en su plan de paz presentado el pasado mes de junio.

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