Quién bautiza a los huracanes y por qué dejaron de tener nombre de mujer

'Dorian' provoca la evacuación de más de 800.000 personas
'Dorian' provoca la evacuación de más de 800.000 personas
Europa Press

¿Quién le pone los nombres a los huracanes y cómo se deciden? Es una de las preguntas que siempre surge cuando una tormenta tropical azota parte del Atlántico y pone en peligro la vida de millones de personas. El último: Dorian que ha causado 7 muertes en Bahamas y va ahora camino de Florida y Georgia.

Hace ya más de un siglo que los meteorólogos decidieron bautizar a cada una de estas tormentas con un nombre femenino o masculino. Según el Centro Nacional de Huracanes, perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), "la experiencia demostró que el uso de apelativos cortos y distintivos en las comunicaciones escritas y habladas era más cómodo y reducía los errores en los métodos de identificación de latitud y longitud. Algo que antiguamente era una tarea más complicada y engorrosa".

El uso de nombres fáciles de recordar reducía sobre todo los errores cuando dos o más tormentas tropicales se sucedían al mismo tiempo. En el pasado, hubo momentos de enorme confusión, cuando los avisos de tormenta que se transmitían desde las estaciones de radio se confundían con advertencias sobre otro ciclón que acontecía a miles de kilómetros de distancia. 

La mujer que cambió la tendencia de dar nombres femeninos a las tormentas

Antiguamente, para ponerle los nombres a los huracanes se utilizaba el santo del día en el que se desataba la tormenta. Por ejemplo, el huracán Santa Ana golpeó Puerto Rico en julio de 1825. 

Fue el meteorólogo británico Clement Wragge, el primero en dar nombres de persona a los huracanes. A finales del siglo XIX, comenzó a dar nombres de mujeres a las tormentas tropicales. Una práctica que Estados Unidos acabaría haciendo oficial en 1953. 

Fue la tónica habitual hasta que llegó Roxcy Bolton (1926-2017), una activista estadounidense por los derechos civiles y feministas, que se atrevió a desafiar al NOAA. Promovió una campaña para cambiar la tendencia del nombramiento de los huracanes con el fin de incluir también nombres masculinos. Se convertía así en la voz de un amplio grupo de mujeres que se quejaban de que apelativos femeninos fueran asociados con desastres naturales. 

Roxcy Bolton
 

Años más tarde, los meteorólogos estadounidenses eliminaron esta práctica. Y así llegó Bob, el segundo huracán de 1979 que tenía por fin un nombre masculino.

El bautizo de los huracanes en la actualidad

Hoy en día, para los huracanes del Atlántico, existe una lista de nombres para cada tormenta durante seis años. Es decir, la lista se repite cada séptimo año. La única vez que hay un cambio es si una tormenta es tan mortal o devastadora que el uso futuro de su nombre sería inapropiado por razones obvias de sensibilidad.

Nombres huracanes
 

Cada lista, contiene 21 nombres por orden alfabético. En caso de que una temporada registrara un número superior a 21 ciclones, se utilizarían las letras del alfabeto griego.

Mostrar comentarios