"Es difícil reanudar negociaciones" bajo bombardeos en Siria (ONU)

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, afirmó este jueves tras un encuentro con el papa Francisco que "cuando caen bombas por todas partes es difícil reanudar negociaciones".

"No se puede llegar a la paz en Siria pavimentando con bombas ese camino" dijo De Mistura a la AFP. El enviado de la ONU había afirmado, no obstante el pasado 22 de septiembre, que esperaba "en las próximas semanas" unas "negociaciones directas" entre las partes en Siria.

Desde el jueves pasado, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) más de 165 personas, en su mayoría civiles, murieron en los bombardeos contra Alepo, ciudad convertida en el símbolo del enfrentamiento entre el régimen y los rebeldes.

La guerra en Siria ha dejado más de 300.000 muertos en cinco años y medio y provocado la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.

"Estamos en un momento muy crítico, por ello es importante escuchar la voz de aquellos que tienen la autoridad moral, como el pontífice, de rechazar toda solución militar", explicó De Mistura.

"Le conté al papa que nunca se había pasado un momento tan difícil en Siria, porque estábamos cerca de un alto el fuego, que ahora está por completo comprometido", añadió.

El papa, que recibió este jueves también a representantes de organizaciones benéficas católicas implicadas en Siria, Irak y países vecinos, reconoció que vive "con gran tristeza" el hecho de que desde hace más de un año no se logre derrotar a "la lógica de las armas y la opresión".

"No hemos logrado poner fin a tantos sufrimientos ni a las repetidas violaciones de los derechos humanos", lamentó el pontífice argentino.

"La violencia genera violencia y sentimos que estamos atrapados en una espiral de arrogancia e inercia que no deja salida", agregó.

"¡No nos cansamos de pedir a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos para lograr la paz en Oriente Medio!", clamó el papa, que recordó la grave situación que padecen los niños en Siria.

¡En Alepo, los niños beben agua contaminada! Más allá de la ayuda humanitaria necesaria, nuestros hermanos y hermanas de Siria e Irak quieren paz, paz!", agregó.

Estados Unidos amenazó el miércoles con congelar su cooperación con Rusia en Siria, mientras el secretario general de la ONU calificó de "crímenes de guerra" los bombardeos de los dos principales hospitales localizados en la parte rebelde de (el este de) Alepo.

Para las ONG y los habitantes, estos ataques deliberados del régimen sirio y su aliado ruso buscan aniquilar las infraestructuras que quedan en servicio en los sectores asediados.

Para la oenegé Amnistía Internacional (AI), estos bombardeos persiguen obligar a los 250.000 habitantes de los sectores rebeldes a huir hacia las zonas gubernamentales.

El martes, ante la violencia de los bombardeos, el papa Francisco recordó a los responsables que "tendrán que rendirle cuentas a Dios".

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