La clave para predecir la curva del repunte

La recuperación económica de Estados Unidos... vista desde el espacio

Hay una herramienta poco convencional que a la que recurren los estrategas macro de los 'hedge funds' y que será clave para seguir el proceso de reapertura de los negocios: las imágenes vía satélite.

EFE
La recuperación económica de Estados Unidos vista desde el espacio
NASA

La reactivación de la economía está en marcha en Estados Unidos. Y conforme las restricciones impuestas para contener la propagación del virus se levantan y se relajan las medidas de distanciamiento social, Wall Street trata de entender si la curva del repunte será en V, más lento en forma de U, a trompicones como la W o dispar como la letra K. Para anticipar tendencias se fijan en detalles tan recónditos como las reservas en restaurantes, la gente que vuelve a entrar en las tiendas o el uso del transporte público frente a la bicicleta o el coche.

Los estadounidenses están obsesionados con las estadísticas. Todo lo convierten en un gráfico. Pero hay una herramienta poco convencional que a la que recurren los estrategas macro de los 'hedge funds' y que será clave para seguir el proceso de reapertura de los negocios por todo el país: las imágenes vía satélite. Es una fuente de información muy efectiva para interpretar los datos que facilitan las empresas sobre la actividad industrial o en los servicios, especialmente en un momento de incertidumbre por el repunte de las infecciones.

Las fotografías tomadas desde el espacio al inicio de la pandemia por compañías como Planet Labs ya mostraron aparcamientos en los centros comerciales completamente vacíos. El efecto de la pausa era palpable en carreteras, aeropuertos y destinos turísticos tan populares en invierno como las playas de Miami. Mostraron como la economía se fue congelando conforme el coronavirus se expandía por todo el planeta. La saturación en los hospitales de Wuhan contrastaba así con la intrigante imagen de la Gran Mezquita en La Meca desolada.

Millones de personas cada año peregrinan también al parque temático de Walt Disney en Orlando. El complejo lleva más de tres meses cerrado y el sindicato de empleados presiona para que la apertura sea escalonada. Los aviones sin usar de American Airlines ya se podían identificar a finales de marzo aparcados en las pistas del aeródromo de Tulsa (Oklahoma) o los de Delta en Tucson (Arizona) mientras el número de contenedores se desplomaba en los puertos marítimos con los consumidores y empleados encerrados en casa. 

Entre las compañías más conocidas en este negocio alternativo de la inteligencia económica destacan Maxar Technologies, DigitalGlobe, RS Metrics e ICEYE. Utilizan sofisticados sistemas que permiten tomar imágenes y analizarlas en detalles. En el caso de Orbital Insight, además, las combinas con fotografías captadas por drones y datos que recibe de coches, barcos y otros medios de transporte conectados a su sistema. "Hay una correlación directa entre el trabajo remoto y el impacto en las tiendas más próximas", indican.

Contar los coches que empiezan a llenar los aparcamientos no es nuevo para entender los patrones de consumo. Sam Walton ya lo hacía cuando fundó Walmart. Los satélites, sin embargo, le dan una escala global. No solo puede predecir los ingresos en todos los hipermercados de la mayor cadena minorista del mundo, también los de su rival Target y Costco, en los HomeDepot y los Lowe´s hasta en los McDonald´s y los Starbucks. Lo mismo vale para las fábricas, el tráfico de mercancías, las minas, proyectos de infraestructuras o un accidente ferroviario.

Las imágenes por satélite son, en todo caso, una fuente de datos para inversores muy sofisticados que pueden pagar por estos servicios. En cierta medida eso les da una ventaja al elegir qué activos van a comprar o vender antes que el resto. Esta técnica, en cualquier caso, es legal porque los coches aparcados es información pública y sus defensores argumentan, además, que protege al inversor corriente porque permite hacer predicciones más afinadas respecto a los precios. 

Pero incluso los datos alternativos más sofisticados tienen sus riesgos y la ventaja de estas imágenes es limitada al medir el estado de salud de la economía. "Todos seguimos otras métricas del distanciamiento social como la gente en los parques o en los restaurantes", señalan los estrategas de TD Securities. Indican que las próximas dos semanas serán críticas para entender la trayectoria del proceso de reactivación, porque contarán con indicadores como planes de viajes, transacciones y celebraciones por el Día de la Independencia. 

Los indicadores tradicionales son complicados de interpretar en la situación actual, como señalan los economistas de MacroPolicy Perspectives. Explican que los datos de empleo no son fiables porque es muy difícil saber quién responde a la encuesta de población activa. "No lo hacen seguro las compañías que tuvieron que cerrar sus negocios o que atraviesan por dificultades financieras", añade, "es algo que sucedió en anteriores crisis pero ahora es más pronunciado".

Los analistas de JP Morgan coinciden en que las estadísticas oficiales no son completas y eso complica hacer estimaciones precisas. Por eso deben recurrir a información alternativa. El operador de telefonía Verizon dio alguna pista. El confinamiento provocó un cambio en los hábitos de comunicación. Se duplicaron las llamadas respecto al pico de un día festivo y se hicieron más largas mientras las conexiones se concentraban en las mismas torres repetidoras. 

Esta amalgama de datos indica por el momento que la economía de EEUU pasó ya lo peor de la pandemia, como dijo la semana pasada Jerome Powell desde la Reserva Federal. La recuperación, sin embargo, estaría aún en una fase muy incipiente y el proceso llevará su tiempo. Y tampoco se descartan sobresaltos. Apple acaba de anunciar que vuelve a cerrar las tiendas en las zonas donde repuntan las infecciones. Cogió con el pie cambiado hasta a los más aventajados.

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