El éxodo de los refugiados, un drama que repite los vergonzosos hechos de la IIGM

  • Niños consolando a sus padres, ancianos tras las alambradas y vagones llenos de personas...imágenes de hoy que nos transportan a las épocas más oscuras del siglo pasado.

    Europa lo ha vivido pero no aprende de sus errores. Crisis migratoria, odio, racismo y pasividad...amenazan al Viejo Continente en su peor crisis de identidad en 75 años.

Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística. Esta frase se cree que la pronunció Stalin y refleja la crueldad e impasibilidad con la que vemos cómo decenas de miles de personas están atrapadas en las fronteras de Europa mientras el Viejo Continente mira para otro lado. Sus rostros hablan y sus miradas exclaman que no repitamos los errores del pasado. La crisis migratoria que abre periódicos y ocupa el debate político en Europa es una consecuencia directa de la guerra siria, que ya dura cinco años, y sus imágenes son un reflejo de la crisis migratoria de la Segunda Guerra Mundial.

Hace más de 75 años, con el fin de la Segunda Guerra Mundial, tras seis años de conflicto, el continente había quedado arrasado. Miles de personas no tenían dónde vivir porque sus ciudades, sus pueblos, sus casas, habían sido destruidas. Otras no podían continuar en el lugar donde lo habían hecho porque ya no eran bienvenidos. Resultado: millones de desplazados y refugiados. ¿Les suena? La historia mirará a las decisiones que hoy tomamos y juzgará la falta de humanidad con la que estamos tratando a los refugiados. No son números, son personas...no nos cansamos de repetir.

Tras el fin de la guerra, millones de personas llegaron a Alemania, un país en ruinas y colapsado. Paralelamente, otros millones de personas huyeron forzosamente de los peligros que les acechaban por razones étnicas. De forma masiva dejaron sus lugares de origen y se embarcaron hacia la incertidumbre, la misma que hoy asola a los refugiados sirios atrapados en las fronteras europeas.

Ese desplazamiento de personas se hizo de forma represiva, especialmente en el caso de los alemanes en Polonia , y en un ambiente hostil. Hoy día al evocar ese periodo, nos vienen a la retina las imágenes de trenes abarrotados de gente, cual ganado, desplazándose de un lugar a otro; los campos de concentración en los que adultos y niños eran esclavizados; los cuerpos esqueléticos de personas que morían de hambre... Esas mismas imágenes vuelven a golpearnos en la actualidad. El mismo trato pero distinto escenario y época. Chalecos salvavidas que flotan en aguas del Mediterráneo y que pertenecían a alguna persona que huía de la guerra pero no alcanzó Europa; zapatillas de niños hundidas en el barro de Idomeni; uso de gases lacrimógenos contra la gente agolpada ante un muro levantado sin piedad por las autoridades europeas...

Durante los duros años de la postguerra murieron miles y miles de personas. Ya fuera en campamentos improvisados, en ciudades en ruinas o en campos organizados. Unas imágenes que al recordar hoy nos revuelven la conciencia. Desde entonces, el problema de los refugiados nunca había vuelto a alterar la conciencia de los europeos. Hasta que la guerra civil siria los ha puesto de nuevo de actualidad.

Antes de que se agolparan en barcazas llenas de miseria, soñaban con una Europa que olía a trabajo y esperanza. Antes de intentar subirse a trenes hacinados, con bebés, vivían una vida como la nuestra, truncada por la guerra y matanzas de Estado Islámico. Antes de jugarse la vida atravesando alambradas llevaban meses caminando en busca de unas fronteras que ahora se cierran. Ellos nos recuerdan que nuestra sociedad está amputada y se mira al ombligo. Ellos nos recuerdan que Europa no puede ni debe acostumbrase a estadísticas. Cerrar los ojos y las fronteras nos acabarán pasando factura.La Europa del siglo XXI es la un padre refugiado con su hija rota y quemada buscando un doctor en Idomeni. pic.twitter.com/eDGm6Ekz6p2014 Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) 25 de marzo de 2016

Escapan de Al Assad, de ISIS y de las bombas, en general. Son víctimas #refugiados @SakisMitrolidis pic.twitter.com/pHYgh5WnZI2014 Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) 22 de marzo de 2016

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