Un caso ocurrido hace más de treinta años vuelve a estar de plena actualidad estos días en Reino Unido. Las autoridades encargadas de otorgar la libertad condicional a los presos ha decidido que Ian Simms, el asesino de la joven de 22 años Helen McCourt, pueda salir de prisión después de rechazar una apelación del secretario de justicia, Robert Buckland, para volverse a plantear la decisión de liberarlo, tal y como informan diarios británicos como The Guardian.
El asesinato causó gran impacto en su día. Simms, propietario de un 'pub', mató a McCourt mientras la joven caminaba hacia su casa desde el trabajo en Billinge, una localidad del condado de Merseyside. El diario inglés asegura, además, que "el asesino jamás expresó remordimiento". Sin embargo, la Junta de Libertad Condicional (la Parole Board) determina que Simms "ya no representa un riesgo para el público tras pasar más de treinta años en prisión".
Unaccountable parole board yet again - seems they have even ignored application from minister as well on this occasion. Helen McCourt killer Ian Simms to be released from prison, Parole Board says https://t.co/N4SsVWrk7o
— Graham Wettone (@grahamwettone) January 8, 2020
Durante los últimos cuatro años, la madre de la víctima, Marie McCourt, no ha cesado en su empeño de intentar que se saque adelante una nueva ley que obligue a la Junta de Libertad Condicional a tener en cuenta "la negativa de un asesino a revelar la ubicación del cuerpo de la víctima" antes de aprobar su liberación.
La legislación propuesta, que ya se conoce como la ley de Helen, no se pudo llegar a presentar ante el Parlamento el pasado año debido a la celebración de elecciones nacionales.
Por mucho que la Junta de Libertad Condicional haya reconocido que tiene simpatía a la familia de Helen McCourt, ha añadido que los expertos están convencidos de que "el encarcelamiento ya no es necesario para la protección de la población" y "están legalmente obligados a la liberación directa". Ante la actitud de la Junta, la familia de McCourt ha declarado estar "muy decepcionada" y ha asegurado que no acepta los motivos que se le dan.
A la decepción de la madre y toda la familia de la víctima, se añade la del propio representante del Ministerio de Justicia, Robert Buckland, y ha expresado su malestar por los duros momentos que va a tener que soportar la familia.
Buckland no oculta que el Ministerio de Justicia está contrariado con el resultado, y agrega que entiende que "esto será extremadamente molesto para la familia de Helen McCourt" y le ofrece todo su apoyo. Además, ha expresado sus deseos de que "la ley de Helen, que ahora está ante el parlamento, sirva como un legado duradero para Helen y para la valentía de Marie y su familia".
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