"Que Europa pague por su seguridad"

La retirada militar de EEUU de Alemania abre la puerta a la ampliación de Rota

Trump tendrá ahora que reconfigurar su presencia en Europa. Al confiar la defensa oriental a efectivos europeos, puede reforzar el flanco sur. Aquí es precisamente donde entra en juego España.

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US Navy

Estados Unidos retirará casi 10.000 efectivos de los 35.000 que tiene desplegados en Alemania. La noticia no ha sentado bien en las convulsas aguas de las cancillerías europeas. Las mismas que empiezan a darse cuenta de que, en materia de política exterior, la presidencia americana no conoce de medias tintas.

La medida se enmarca dentro de la decisión de Donald Trump de hacer que "los europeos paguen por su seguridad". Una máxima que ha repetido en cada cumbre de la OTAN desde que llegó al poder. Desde el cambio de juego geopolítico de Europa a Asia, la pretensión estadounidense ha pasado por hacer ver a los socios europeos que deberían comenzar a pensar en su propia defensa. Un argumento reforzado por la evidencia de que siempre es Washington el que corre con la gran factura de la protección europea.

En términos presupuestarios, la retirada de casi un tercio de las tropas americanas supondrá una reducción significativa de los 480 millones anuales que cuesta su presencia en Alemania. Una cifra que, casi en su totalidad, sufraga la Administración estadounidense. Esta cuestión siempre ha sido el gran escollo de la relación entre aliados, compartiendo protagonismo con el compromiso de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar. Una cifra que gran parte de países, entre ellos España y Alemania, no cumplen por el momento.

Desde el punto de vista táctico, como era de esperar, la alarma se ha encendido en gran parte de las capitales de Europa oriental, un territorio en el que la percepción de la posibilidad de un enfrentamiento bélico no está tan alejada como en el suroeste. Este movimiento no ha pasado desapercibido para el International Centre for Defence and Security con sede en Estonia.

En el blog del think tank, el exministro de exteriores y defensa estonio, Kaleb Stoicescu, ha advertido de que con la decisión "se ha hecho un daño político a la credibilidad de la OTAN". El argumento de Stoicescu pasa por esgrimir que la decisión amenaza directamente al sistema defensivo de la Alianza. "Toda la construcción de la defensa colectiva se debilitaría significativamente debido a una capacidad de refuerzo menos rápida desde Alemania hasta el flanco oriental de la OTAN".

Una de las bases más importantes

La teoría de juegos es muy caprichosa y suele provocar que un movimiento en una parte del mundo pueda tener su consecuencia en la otra. Estados Unidos tendrá ahora que reconfigurar su presencia militar en Europa. Si arriesga en confiar parte de la defensa oriental en efectivos propios europeos, tendrá opciones para reforzar el flanco sur y es precisamente aquí donde entra en juego España y, concretamente, Rota.

La situación de la base es una de las más estratégicas para Estados Unidos. Junto a su posición geográfica, es el elemento que permite apoyar las misiones de la potencia en el Sahel y el centro de África. Además, hace posible poder mantener sus compromisos adquiridos con España, la UE y la OTAN y es el escudo de lanza para gran parte de las misiones internacionales en Oriente Medio. Su impacto local pasa por sus gigantescas dimensiones que ocupan ya una cuarta parte del término municipal.

Al margen de la OTAN, el tratado bilateral entre España y EEUU está sujeto a una posible y nunca debatida ampliación. El actual marco regulatorio expira en mayo de 2021 y, en cualquier caso, necesitaría de una revisión para al menos contemplar la sustitución de los actuales destructores que prestan el servicio por otros más modernos y la flota de helicópteros que lleva acompañada. Debido a la situación política y legislativa este trámite parlamentario se obvió, pero la llegada de nuevos efectivos a España procedentes de Alemania necesitaría del paso inexcusable por el Congreso. Un tema en el que no está claro, ni mucho menos, el apoyo mutuo de los partidos que forman la coalición de Gobierno.

En cualquier caso, la retirada estadounidense es una clara señal de advertencia a los socios europeos: o a partir de ahora se implican presupuestariamente o la mayor potencia militar mundial comenzará a replantearse sus prioridades sobre el continente. Europa no parece ser, precisamente, una de ellas, pero África, y de rebote España y Rota, sí.

Con toda probabilidad y de hacerse efectiva la intención americana, asistiremos a una competición abierta para hacerse con las capacidades militares estadounidenses sobrantes. Nápoles, sede de la VI flota, también puede aspirar a la candidatura, aunque el acercamiento del Gobierno de Conte a Rusia y el creciente euroescepticismo italiano jugarían en contra de esta opción.

La gran baza económica de la presencia americana no es tanto la fuerza militar sino las inversiones que lleva pareja. El impacto económico de la base se cifra en 700 millones de euros, incluidos los 291 de aportación propia del Ministerio de Defensa. Una cifra que podría incrementarse exponencialmente en caso de que Rota se posicionara como candidata a ‘recoger’ parte de los efectivos militares que abandonarán Alemania.

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