Revuelta en Ecuador: 'Somos los campeones mundiales en elegir y derrocar presidentes'

  • 382.000 ecuatorianos residentes en España comienzan a recuperarse del susto tras la masiva revuelta policial y el asedio al presidente Rafael Correa. Pero su preocupación es que estas situaciones no dejen de repetirse. 'Aún estamos tratando de conseguir esa estabilidad política'.

'Somos los campeones mundiales en elegir y a la vuelta de la esquina derrocar un presidente', se lamenta Washington Tobar, ex vicepresidente de la Asociación Deportiva Pueblos del Ecuador en Madrid. Este ecuatoriano está harto de que su país no encuentre la estabilidad política que necesita, dice, para salir adelante.

Entre 1997 y 2007 varios levantamientos populares derrocaron en ocho ocasiones al jefe de Estado que en ese momento estuviera en el poder. 'Desde que el presidente Rafael Correa asumió el gobierno, llevábamos un tiempo pensando que ya estaba', apunta la corresponsal del periódico El Universo en España, Patricia Villarruel. '[Pero aún] estamos tratando de conseguir esa estabilidad política'.

'Debemos respaldar [al Gobierno] para dejar que un presidente pueda llevar las cosas por el buen el sendero', clama Tobar, que trabaja en el Centro Hispano-Ecuatoriano de la capital. 'Se ve la inestabilidad y eso nos afecta: ninguna persona en el exterior va a querer ir a trabajar o invertir allá'.

En España viven alrededor de 382.000 ecuatorianos, según el Observatorio Permanente de la Inmigración. Son la tercera comunidad de inmigrantes más numerosa del país, tan solo por detrás de los rumanos y marroquíes. Naturalmente, hay opiniones para todos los gustos.

Sheilyn Maribel vive en España desde hace 15 años y no le gusta nada Correa. 'Desde ese tiempo no veo que Ecuador cambie en nada. Al contrario: tiene una sanidad precaria, una policía corrupta, los presidentes lo único que hacen es llenarse los bolsillos y llenar el de los que le acompañan', opina enfadada. 'Qué pena, están acabando con mi país', concluye.

La noche pasada y las últimas horas ha tenido a muchos de los ecuatorianos que viven en España con el corazón en un puño.

Villarruel temió verdaderamente que la revuelta policial se convirtiera en un golpe de Estado. Vivió unas horas de 'mucha preocupación por el caos que había y el hecho de que fuera la misma policía la que estaba alentando'. Pero ya respira tranquila: 'Al final en mi casa estaban bien'.

'He podido hablar con familiares demasiado preocupados, porque no había nada de seguridad en la ciudad. Al estar la policía en sus destacamentos, había mucha gente que aprovechaba para [realizar] actos de vandalismo', comenta Washington Tobar.

La noche pasada fueron varios los ecuatorianos que se acercaron a la Embajada en Madrid para preguntar sobre lo que estaba ocurriendo. 'Pero hoy ya está más tranquilo', según fuentes de la sede diplomática. En Valencia, por ejemplo, también hubo ecuatorianos que se presentaron en las oficinas del Consulado y una decena de ellos incluso posó en una foto con la bandera ecuatoriana para mostrar su apoyo al Gobierno de Correa.

'Quedan muchas preguntas sin respuesta', se queja la corresponsal de El Universo. 'Qué está pasando con cómo se está gobernando en el Ecuador, el trabajo que está haciendo el Legislativo [controlado por Correa], la relación dentro de la misma Policía queda muy fracturada y la relación entre mandos policiales y Gobierno cuestionada. Habrá que iniciar una investigación', concluye Villarruel.

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