El río de la muerte: la frontera natural entre México y EEUU, una trampa mortal

  • El autor de la foto que ha dado la vuelta al mundo dice que refleja la desesperación y el peligro al que se enfrentan los inmigrantes en su odisea.
Fotografía a los cuerpos sin vida de un presunto migrante y su bebé a una orilla del Río Bravo en Matamoros, frontera con EE.UU., en el estado de Tamaulipas (México). Autoridades de Protección Civil y de la Policía de México hallaron este lunes los cuerpo
Fotografía a los cuerpos sin vida de un presunto migrante y su bebé a una orilla del Río Bravo en Matamoros, frontera con EE.UU., en el estado de Tamaulipas (México). Autoridades de Protección Civil y de la Policía de México hallaron este lunes los cuerpo

La impactante imagen de un padre y su hija ahogados al intentar cruzar el río Bravo puso al desnudo una vez más la crisis humanitaria que se vive en la frontera entre Estados Unidos y México, donde siguen apareciendo muertos, con el hallazgo este miércoles de una mujer cerca de ese afluente. La fotografía del salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Valeria, de tan solo 23 meses, flotando boca abajo en la orilla del lado mexicano del río se ha convertido en el símbolo de una crisis humanitaria que empeora día a día.

La oficina del Sheriff del condado de El Paso (Texas) no ha confirmado si la joven mujer hallada hoy en un canal en el área de San Elizario/Clint, cerca al río Bravo, es una inmigrante, pero se teme que engrose la cifra de muertos en la frontera con México, entre ellos cinco niños en las últimas semanas. John Michael Torres, del grupo proderecho de los inmigrantes La Unión del Pueblo Entero (LUPE), explicó a Efe que la muerte del padre y su hija en el río no fue una "sorpresa" para él, pues estos sucesos lamentablemente se producen demasiado a menudo.

El obispo Mark J. Seitz, de la Diócesis de El Paso, y el clero de la Diócesis de Ciudad Juárez (México) hicieron el pasado un llamamiento a una jornada de oración y encuentro con migrantes en la frontera este jueves en respuesta a "los recientes eventos y acciones tomadas para criminalizar la migración en la frontera de Estados Unidos y México".

Entre tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió este miércoles a la tragedia del padre y su hija al afirmar que pudo haberse evitado con un cambio de ley permitido por los demócratas. Además de las muertes, principalmente por ahogamiento en el río Bravo o por deshidratación, estás familias inmigrantes están sometidas a todo tipo de dificultades y abusos.

Aquellos que logran entrar al país sufren el hacinamiento en centros de detención, la separación de familias y la detención de menores que están siendo llevados a lugares que no reúnen las condiciones necesarias y donde pueden ser víctimas de abusos, según han denunciado organizaciones proinmigrantes. Entre tanto, los que se quedan en México esperando el trámite de asilo malviven y se desesperan como la familia de Alberto y Valeria que aunque tenían una visa humanitaria, estaban soportando hambre, frío y terminaron por intentar cruzar el cauce.

El rápido crecimiento en el flujo de migrantes "está agotando nuestros recursos hasta su punto de ruptura", señaló este miércoles a Efe la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). "Nuestro sistema está lleno y nuestras instalaciones están al máximo de su capacidad", agregó. Según la agencia federal, esta "crisis amenaza las vidas de ambos lados de la frontera, incluidas las familias desfavorecidas y los niños en riesgo por el peligroso viaje", agrega la declaración. Por su parte Torres, cuya oficina de LUPE se encuentra en San Juan (Texas), ciudad en la rivera del Bravo, dijo con resignación que "cruzar el río es lo normal, es lo que la gente hace" y que las muertes se producen por culpa de las autoridades estadounidenses.

El año fiscal 2018, que terminó en septiembre del año pasado, murieron 283 inmigrantes indocumentados a lo largo de la frontera, 96 de ellas en el sector del Valle del Río Grande (Texas), según CBP. Los cadáveres de inmigrantes hallados en esa zona se han incrementado en los últimos años, según manifestaron portavoces de la oficina del Médico Forense del condado Webb (Texas), sin ofrecer cifras concretas. Los familiares de Óscar y Valeria señalaron que la familia decidió cruzar el río Bravo al estar cansados de esperar durante dos meses en la población mexicana de Matamoros la oportunidad de solicitar asilo político ante las autoridades estadounidenses.

Sus muertes "representan un fracaso en la respuesta a la violencia y la desesperación que empujan a las personas a emprender viajes peligrosos en busca de una vida digna y segura", dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esto se complica por "la ausencia de vías seguras para que las personas busquen protección, dejándolas sin otra opción que arriesgar sus vidas", agregó Grandi.

En ese sentido, Torres señaló que si los agentes no patrullasen por las zonas donde es más seguro cruzar el río, los inmigrantes no se jugarían la vida en zonas más peligrosas y donde no hay tanta presencia de los uniformados estadounidenses. El pasado domingo las autoridades también informaron del descubrimiento del cuerpo sin vida de una mujer y tres menores, dos bebes y un niño, cerca del río Grande, al suroeste de Anzalduas, en una reserva de vida salvaje.

Las autoridades creen que los muertos, guatemaltecos según el consulado de ese país, murieron por deshidratación. Unos días antes, el 14 de junio, la Patrulla Fronteriza Sector Tucson descubrió el cuerpo sin vida de una niña de 7 años de edad originaria de la India. "Cuántos más padres y niños deben morir antes de que los republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado pongan fin a su apoyo cómplice a las política de migración letales, llenas de odio y políticamente motivadas", se preguntó el grupo a favor de los inmigrantes Fondo Latino para la Victoria.

Trump dice que es culpa de los demócratas

Por su parte, Donald Trump, aseguró hoy que la tragedia de un padre y su pequeña de El Salvador que murieron cuando intentaban cruzar el río Bravo, en la frontera con México, pudo haberse evitado con un cambio de ley permitido por los demócratas. "Odio esto y sé que puede detenerse inmediatamente si los demócratas cambian la ley", declaró Trump ante los periodistas sobre la impactante fotografía de los cuerpos del padre y su pequeña abrazados a orillas del río.

El gobernante, que se encuentra en Japón, donde participará de la cumbre del G20, insistió en que los demócratas, que controlan la Cámara Baja del Congreso, "tienen que cambiar las leyes". De suceder eso, "cosas así no sucederían", afirmó Trump, quien incluso no descartó que ese padre "probablemente fuera un tipo maravilloso". El mandatario ratificó su pedido en su cuenta de Twitter, en la que puntualizó que los demócratas "deben cambiar los vacíos legales y las leyes de asilo y así salvarán vidas en la frontera sur".

"Dijeron que no era una crisis en la frontera, que todo estaba 'inventado'. Ahora ellos admiten que estaba en lo correcto -pero ellos deben hacer algo al respecto. ¡Arreglen las leyes ahora!", agregó en su mensaje. La tragedia de los inmigrantes ocurrió la tarde domingo en la ciudad de Matamoros, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas, aproximadamente a un kilómetro del puente nuevo internacional.

El lunes, la madre y esposa de los fallecidos, Tania Vanessa Ávalos, quien logró ser rescatada, informó a las autoridades de que el agua se llevó primero a la niña y fue su padre quien salió en su ayuda, pero que ambos fueron arrastrados por la corriente del río y desaparecieron.

No fue hasta el lunes por la mañana cuando los cuerpos sin vida del padre y de la hija fueron localizados por autoridades estatales, militares y personal de Protección Civil mexicana. Para Amnistía Internacional (AI), la muerte de la niña y su padre reflejan las "fallidas políticas" de los presidentes de Estados Unidos y de México para parar el flujo migratorio.

El autor asegura que refleja la desesperación de los migrantes

La imagen del salvadoreño y su hija de dos años ahogados en el río Bravo, en la frontera entre México y EEUU, refleja la desesperación de los migrantes y los peligros que enfrentan en su odisea, afirmó el pasado miércoles el autor de la fotografía, Abraham Pineda Jácome. 

La mitad superior del cuerpo de la pequeña está metida entre la camiseta y el torso del padre, lo que sugiere que el hombre trataba de protegerla de alguna forma en los últimos momentos de ambos. La potente imagen recuerda la foto de 2015 de un niño sirio de tres años que huía de la guerra en su país, presumiblemente en compañía de familiares, ahogado en una playa turca.

Pineda se enteró de reportes ciudadanos sobre migrantes que se estaban ahogando en el río Bravo, que motivaron el lanzamiento de una operación de rescate de las autoridades el domingo por la tarde en el municipio fronterizo de Matamoros, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas.

"Pero tuvieron que suspender el operativo porque llegó la noche. En ese lugar no hay luz y la visibilidad es nula, así que no se podía hacer nada. El día siguiente a las nueve de la mañana lo retomaron. Yo ya estaba en el lugar esperando a que se reanudaran las actividades", explica el fotógrafo.

Cuenta que dos agentes de Protección Civil abordaron una lancha e iniciaron una búsqueda en el río. Alrededor de una hora después, agentes que estaban en tierra le comunicaron que habían sido hallados cuerpos flotando en el agua, que fueron arrastrados a la orilla. "Corrí hacia el sitio para corroborar lo que me estaban diciendo y donde llego veo los cuerpos boca abajo en la ribera. Veo esta imagen y lo único que hago por inercia, como periodista, es tomar las fotografías. Luego me retiro porque llegan las autoridades e iban a acordonar el área", narra.

Para Pineda, la muerte de Óscar y Valeria es "un resultado del endurecimiento de las políticas migratorias tanto de Estados Unidos como de México". Señala que hubo un momento en que Estados Unidos estaba dando asilo a los migrantes que llegaban por Matamoros, pero con el endurecimiento de la política se han estado acumulando en la frontera. "Estamos hablando de cubanos, centroamericanos, suramericanos, que algunos han optado por lanzarse al río y cruzar a nado", añade.

"Muchos de ellos tienen una teoría de que, si llegan al otro lado, Estados Unidos les tiene que hacer caso a su solicitud de asilo. No sé qué tan cierto sea eso. Pero se desesperan", dice. Pineda habló con el hermano de Óscar, quien le contó que le recomendó que no intentara cruzar a nado porque "era muy criminal" el río.

"Y la verdad es que sí porque cada mes muere un migrante ahogado. No hizo caso (Óscar) y se lanzó con la desesperación en vez de esperar dos o tres meses aquí en Matamoros a que le resolvieran su solicitud. Quiso agilizar las cosas pero fue contraproducente", manifiesta. Sobre el potencial impacto de su fotografía en las políticas migratorias, considera que "podría tener un efecto positivo en una parte de la sociedad de Estados Unidos, pero la verdad a (el presidente estadounidense Donald) Trump directamente no creo que le mueva algo". Y en cuanto a México, dice haberse enterado de que al presidente Andrés Manuel López Obrador le pidieron que expresara su posición sobre la foto "y solamente dijo que lo lamentaba, pero aparte de eso no hubo otra reacción".

"De hecho, ayer mismo la Guardia Nacional llegó a Matamoros a acompañar a elementos del Instituto Nacional de Migración (Inami) para revisar los documentos de los que están buscando asilo. Se supone que la Guardia era para cuidar a la población, pero resulta que es para cuidar la frontera", sostiene. El lunes pasado, el secretario mexicano de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, señaló que más de 20.000 miembros de varias unidades ya apoyan al Inami en las fronteras.

En la frontera norte son alrededor de 15.000 efectivos del Ejército y la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo de seguridad policial-militar que entrará formalmente en funciones el 30 de junio. Abraham Pineda dice no haber leído aún la nota divulgada este miércoles por el Vaticano en que el papa Francisco expresó "inmensa tristeza" tras ver la foto del salvadoreño y su hija muertos. No obstante, el fotógrafo señala que la diócesis católica de Matamoros hace una "excelente labor" para ayudar a los migrantes.

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