Un exjugador de rugby quema a toda su familia viva y después se suicida

Es la noticia que desde hace horas ha mantenido en vilo a Australia. Rowan Baxter, el que fuera jugador de rugby de los New Zealand Warriors de la National Rugby League ha asesinado a su familia, tras prender fuego al coche en el que se encontraba su exmujer y los tres hijos. Después del terrible suceso, se suicidó. 

Los hechos tuvieron lugar durante la mañana del pasado miércoles, alrededor de las 08.30, camino del colegio. Los tres hijos de la pareja -que tenían seis, cuatro y tres años- murieron en el acto dentro del vehículo. Hannah Clarke, la ex mujer del jugador, salió del coche como pudo al grito de "me ha echado gasolina". Finalmente, murió horas después en el hospital como consecuencia de las graves quemaduras.  

Cerca de esa calle, y a los pocos minutos del incendio, yacía el cuerpo sin vida de Rowan Baxter, por las heridas autoinfligidas con arma blanca. 

El jefe de la investigación policial, Mark Thomson declaró a la prensa lo siguiente: "He visto escenas horribles, esto está a la altura de las peores". 

Las autoridades explican como un transeúnte que se encontraba por la zona "hizo todo lo posible" para llegar al coche. No solo no pudo hacer nada, sino que el hombre recibió quemaduras leves en la parte superior del cuerpo y de la cara. A la zona, llegaron siete ambulancias y hasta una treintena de Policías. 

Según el Daily Mail, Rowan y Hannah terminaron su relación, después de que ella decidiera cortar con su marido a finales del pasado año. Desde entonces, Baxter comenzó a acosarla, por la tenencia de los hijos de ambos. 

Entonces, fue cuando la víctima pasó a ser el exjugador de Rugby. Los medios locales se centraron en el supuesto calvario que estaba pasando sin sus hijos, hasta llegar a padecer depresión. Sin embargo, los entresijos de los informes entre ambos iban mucho más allá: Baxter tenía antecedentes por violencia contra su exmujer. La estuvo acosando desde la ruptura.

Uno de los allegados a Hannah llegó a decir a ABC: "Solo quiero que se cuente la historia de Hannah, porque hay un millón de personas como ella". El padre de la víctima llegó a describir a Rowan como "un ser humano repugnante" y un "monstruo" que "debería pudrirse en el infierno". 

Tras el asesinato de Hannah y los pequeños, son muchos los ciudadanos australianos que están poniendo el foco de sus críticas en los medios, quienes continuamente dijeron que era Rowan la víctima de la historia.