Pese al bloqueo del pacto, se transportarán 16 graneleros

Rusia exige inspeccionar los buques de cereales que crucen por el mar Negro

Tras el ataque con drones contra su flota, el país ha acusado a Ucrania de usar el mecanismo con fines militares y ha congelado el acuerdo con Ucrania, la ONU y Turquía para la salida del grano ucraniano.

Rusia exige inspeccionar los buques de cereal que crucen el mar Negro
Rusia exige inspeccionar los buques de cereal que crucen el mar Negro.
Agencia EFE

Rusia ha afirmado que el acuerdo para la exportación de cereal ucraniano no puede continuar en funcionamiento sin su participación y ha asegurado que no permitirá que los buques que no hayan sido inspeccionados por sus expertos atraviesen el mar Negro, según ha manifestado el embajador ruso en la ONU, Vasili Nebenzia, en una reunión del Consejo de Seguridad convocada por Moscú tras el ataque con drones contra su flota del mar Negro.

Nebenzi ha recordado la decisión de suspender el acuerdo que había sellado con Ucrania, la ONU y Turquía para facilitar la salida del grano ucraniano. El embajador ha acusado a Ucrania de usar este mecanismo con fines militares, por lo que tendrá que tomar sus propias "medidas de control" si el tráfico continúa.  "Daremos detalles de nuestro enfoque sobre esto en un futuro muy cercano", ha dicho el diplomático, que ha lamentado que el centro de coordinación instalado en Estambul haya dado luz verde a algunos barcos sin el permiso de Rusia.

Pese a la salida de Rusia del pacto, Ucrania, Turquía y la ONU han aprobado el transporte para este lunes 31 de octubre de 16 graneleros, doce de ellos desde puertos ucranianos y cuatro de camino a Ucrania para ser cargados. Según han indicado, prevén continuar con las inspecciones de más buques que esperan. Ante esa situación, Nebenzia ha recalcado que las decisiones que se tomen sin Rusia no le obligan a nada y ha insistido en que el acuerdo del mar Negro no puede implementarse sin su participación.

El embajador ruso ha repetido ante el Consejo de Seguridad las denuncias hechas en los últimos días por su gobierno, que ha asegurado que los drones marinos empleados este sábado contra buques de Armada rusa en el puerto de Sebástopol utilizaron el denominado "corredor del grano", la zona de seguridad en el mar Negro para la exportación de cereales ucranianos.

Moscú considera que las pruebas recogidas apuntan a que al menos uno de los aparatos pudo ser lanzado desde un mercante que navegaba amparado por el acuerdo del mar Negro, por lo que ha decidido que no puede continuar en él por ahora, aunque no ha anunciado una salida definitiva. Estos argumentos fueron puestos en cuestión este lunes por el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, durante un discurso en la misma reunión del Consejo de Seguridad en el que, entre otras cosas, ha dicho que ningún carguero se encontraba en el corredor en la noche del 29 de octubre, cuando supuestamente los ataques tuvieron lugar.

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