Foro La Toja

Sánchez insiste en el rol energético de España ante el sabotaje al Nord Stream

El presidente del Gobierno saca pecho de la nueva reforma fiscal, que incluye un polémico impuesto temporal a las grandes fortunas y pide a los "más pudientes" arrimar el hombro para sacar adelante al país. 

Pedro Sánchez
Sánchez insiste en el rol energético de España ante el sabotaje al Nord Stream. 
Europa Press

El Gobierno se niega a dejar pasar las oportunidades que puede brindar a España la crisis energética en el mapa europeo y aprovecha cada ocasión para destacar el rol estratégico que puede desempeñar este país ante la reordenación de los 'players' de suministro en el Viejo Continente. Durante su intervención en el Foro La Toja de forma telemática, ya que sigue dando positivo en Covid, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez ha puesto en valor la capacidad de las plantas regasificadoras. Toda una declaración subliminal para Francia, que en los últimos días ha amagado con la posibilidad de negociar el desarrollo del MidCat, pero como un proyecto a largo plazo. 

El mensaje lo lanza después del presunto sabotaje de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, que ha provocado varias fugas de gas en Dinamarca y Suecia. Alemania ya da por hecho que no podrá contar con el gas ruso para este invierno, ante lo que ha adelantado el llenado de las reservas, que ya están por encima del 90%. En estas circunstancias, Sánchez ha destacado que alrededor de una décima parte del gas que consume la Unión Europea entra por España e insta a acelerar en el impulso de las energías renovables para depender lo menos posible de los combustibles fósiles. 

Respecto al polémico nuevo plan fiscal que el Ejecutivo ha anunciado esta semana, Sánchez ha reinvidicado la importancia de pagar impuestos para mantener el Estado de Bienestar, que debe ser costeado por todos los ciudadanos en función de sus ingresos, al tiempo que ha pedido arrimar el hombro a los "más pudientes" para "sacar adelante este país". También ha cargado contra los "brujos" que traen "fracasadas recetas" y defienden que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos. 

Tras rechazar esa doctrina que cree que conlleva al "sálvese quien pueda" y que defienden los "portavoces de la insolidaridad fiscal", es cuando ha hecho una cerrada defensa de la propuesta de reforma fiscal presentada esta semana por su Gobierno. Su intervención de poco más de media hora ha estado centrada en subrayar el poder que tienen los impuestos para mantener los servicios públicos. A su juicio, hay que determinar a qué país quiere parecerse España, y no se puede pretender tener un estado del bienestar como los países nórdicos con ingresos fiscales de naciones menos avanzadas. "Quienes más tienen, deben aportar más a la caja común", ha insistido antes de subrayar que cuando se postula una reducción unilateral de ingresos, la pregunta real que hay que hacerse es qué prestaciones y servicios públicos se quieren recortar.

Para justificar dichos aumentos, ha puesto ejemplos que un trabajador casado con un sueldo de 19.000 euros y declaración conjunta se beneficiará de un ahorro de de 330 euros, y que un pensionista que recibe menos de 16.500 euros tendrá un ahorro de 689 euros. Además, una trabajadora monoparental con dos hijos y un sueldo por debajo de 18.500 euros, se beneficiará de un ahorro de 516 euros.

Sánchez ha asegurado que estudiaron con atención otras propuestas, como la deflactación lineal planteada por Alberto Núñez Feijóo, y que aplican CCAA como País Vasco o Madrid, que ha anunciado recientemente la noticia. Con esta medida, que Moncloa rechazó, ha señalado que el ahorro para un trabajador sin descendientes que gana 18.000 euros es de 23 euros, mientras que con la reforma del Gobierno es de 746 euros. "Esa es la diferencia, y lo demás es confusión y una gigantesca cortina de humo", ha aseverado.

Sánchez ha explicado que esta reforma reduce la brecha de tributación entre las rentas del trabajo y del capital y prevé medidas de alivio con un alcance potencial de un millón y medio de trabajadores autónomos y más de 400.000 pymes. La previsión es elevar la recaudación en unos 3.144 millones en dos años, una cantidad que permitiría duplicar la partida presupuestaria destinada a vivienda pública, y la subida temporal del impuesto de Sociedades, que representa todo el presupuesto de becas y ayudas del curso 2021-22 más el aumento extraordinario de 100 euros por estudiante aprobado el pasado mes de julio.

Otro ejemplo que ha expuesto es que con la subida del IRPF a las rentas del capital superior a 200.000 euros, servirán para cubrir los 172 millones de refuerzo extraordinario a la atención primaria. El jefe del Ejecutivo ha insistido en que cualquier alivio fiscal debe destinarse a la mayoría social, no beneficiar a "los poderosos y minoritarios". "Esta vez los costes de la crisis no pueden recaer en la clase media trabajadora", ha precisado. 

Respecto a lo ocurrido en Reino Unido, algo que asegura sirve de ejemplo de cómo no debe hacerse, es el anuncio del Gobierno de Liz Truss de una bajada de impuestos, que fue una propuesta "mal planteada y con grave riesgo para la sostenibilidad de los ingresos" que provocó una reacción sin precedentes, el desplome de la libra y el aumento exponencial de los tipos de interés. "Es entonces -ha recalcado- cuando el dogmatismo neoliberal hace aguas y se enmienda a sí mismo con una intervención acelerada para calmar los mercados y salvar los muebles del naufragio".

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