Shanghai recupera una de sus señas históricas de identidad

  • Shanghai, 30 mar (EFE).- El puente centenario Waibaidu Qiao, una de las señas de identidad de Shanghai desde que fue construido en 1907, cuando la metrópolis era la más cosmopolita de Asia, está casi listo para volver a entrar en servicio, después de ser desmontado y reinstalado y haber estado un año desaparecido del paisaje urbano.

Shanghai, 30 mar (EFE).- El puente centenario Waibaidu Qiao, una de las señas de identidad de Shanghai desde que fue construido en 1907, cuando la metrópolis era la más cosmopolita de Asia, está casi listo para volver a entrar en servicio, después de ser desmontado y reinstalado y haber estado un año desaparecido del paisaje urbano.

Desmantelado el 7 de abril del año pasado, el puente fue dividido por la mitad y transportado en dos barcos hasta el dique seco de unos astilleros cercanos para ser restaurado.

En aquellos días, cientos de personas acudieron para contemplar y fotografiar el traslado y ver vacía, por primera vez en su vida, la desembocadura del río Suzhou en el Huangpu (los llamados "ríos madre" de la ciudad), zona en la que siempre ha habido un puente desde mediados del siglo XIX.

Ahora, el puente de acero más antiguo de China, y el único de estructura de "lomo de camello" que se conserva en el país, está de nuevo en su lugar original, entre la arquitectura colonial británica cercana al Bund, un malecón fluvial que hoy es el principal atractivo turístico de la ciudad.

La estructura ya está casi lista para entrar en servicio de nuevo en abril y sus responsables esperan que sea usada por unas 27.000 personas al día, al menos, durante otros 50 años.

"Hemos cambiado todas las piezas que estaban tan oxidadas que ya no se podían restaurar, entre ellas unos 60.000 clavos y remaches (el 40 por ciento del total), y reforzado la estructura con planchas de acero", explicó a Efe Liu Yanbing, ingeniero subjefe del Departamento de Dirección de las Obras del Bund.

Además se han eliminado las abolladuras por el choque de los barcos y otras huellas del tiempo, como los impactos de bala por los combates librados allí contra las tropas japonesas que invadieron la ciudad en el verano de 1937, y ahora, recién pintado, "está como si fuera nuevo", comentó Liu.

La renovación del puente, formado por dos grandes arcos de acero de 18 metros de ancho colocados sobre un canal de 104 de largo, coincide con las obras de enterramiento de seis de los once carriles de tráfico del Bund, una de las principales arterias del centro urbano shanghainés, lo que embellecerá la zona para la Expo de 2010.

Antes de su reapertura, aclaró Liu, se llevarán a cabo pruebas de tráfico y se instalará un nuevo sistema de iluminación para el puente, que solía destacar en la noche shanghainesa como un signo de su época dorada, en contraste con la modernidad de los rascacielos de su zona financiera, en la orilla opuesta del Huangpu.

El Waibaidu Qiao, junto con el hotel Shanghai Mansion (un edificio de 1934 con 22 pisos), forma la imagen más emblemática de la antigua Shanghai, tal y como aparece en películas como "El imperio del sol" (Steven Spielberg, 1987) o "La joya de Shanghai" (Zhang Yimou, 1995).

Sin él, "Shanghai no sería la misma ciudad", dijo a Efe una joven, Shao Huilin, desde el cercano Monumento a los Héroes del Pueblo.

"El puente es un testigo del desarrollo de Shanghai", afirmó, y "en el corazón de cada shanghainés hay una historia personal relacionada con él".

"Tiene más de 100 años de historia, y es famoso en toda China", recordó otro visitante, Wu Chengbin, de la lejana provincia norteña de Liaoning. "Ahora nuestro país se está desarrollando con mucha potencia, y el puente es un recuerdo histórico de lo que fuimos", concluyó Wu.

Mostrar comentarios