Siguen los combates entre Asad y los rebeldes sirios

    • Los rebeldes han rodeado y atacado durante dos semanas la base de Wadi al Deif.
    • Dicen que la ferocidad de los contraataques de las fuerzas gubernamentales muestra lo importante que le resulta al presidente sirio mantener esa base.
Siguen los combates entre Asad y los rebeldes sirios
Siguen los combates entre Asad y los rebeldes sirios

ReutersLos rebeldes sirios luchaban el martes para tomar una base militar cerca de la autopista principal que une norte y sur del país, y dijeron que su captura sería un gran paso hacia la creación de una "zona segura" que les permita centrarse en los baluartes del presidente Bashar el Asad en el sur.

Los rebeldes han rodeado y atacado durante dos semanas Wadi al Deif, al este de la ciudad de Maarat al Numan. Dicen que la ferocidad de los contraataques de las fuerzas del Gobierno muestra lo importante que es para la estrategia militar del presidente mantener esa base.

Asad está combatiendo una insurgencia que surgió de protestas hace 19 meses y que ha escalado a una guerra civil en la que ya han muerto unas 30.000 personas. El agobiado Ejército del presidente ha perdido porciones de territorio y depende del poder aéreo para mantener controlados a los rebeldes.

En tanto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo el martes que tiene previsto seguir suministrando comida para 1,5 millones de personas en Siria hasta al menos junio del año que viene, una señal de que la agencia de Naciones Unidas espera que el hambre persista durante la extensa guerra civil.

La agencia de la ONU estableció la meta de 1,5 millones hace meses y finalmente la alcanzó en septiembre, después de conseguir llevar sus suministros alimenticios a apenas 850.000 personas en agosto.

"Es una cantidad récord", dijo a Reuters en Ginebra Daly Belgasmi, director regional del PMA para Oriente Próximo, el norte de África, Asia central y Europa del este.

"Lo que vemos actualmente es que esta es una crisis que amenaza con prolongarse", señaló en rueda de prensa.

El PMA no tiene información sobre las reservas en materia de seguridad alimenticia del Gobierno de Siria, pero el combustible para cocinar y calefacción "podría ser un problema" este invierno para muchos habitantes, especialmente los 1,2 millones que se estima han sido desplazados, añadió.

"Tenemos respaldo total para poder tener acceso a los sirios sin ninguna distinción", dijo Belgasmi, que se reunió con altos cargos en Damasco la semana pasada.

BOMBARDEO EN ALEPO

Por otro lado, las fuerzas del Gobierno sirio mataron el martes a al menos 20 personas al bombardear una panadería en un vecindario bajo control rebelde en la conflictiva y estratégica ciudad norteña de Alepo, según activistas de la oposición.

Entre los muertos había mujeres y niños, según los activistas. Imágenes grabadas, que no pudieron ser inmediatamente verificadas, mostraban cuerpos decapitados en medio de hogazas de pan esparcidas por el suelo.

Majd Nour, opositor en Alepo, dijo que dos bombas impactaron por la tarde en la panadería, ubicada en el barrio de Hananu, en el este de la ciudad. Combatientes del Ejército Sirio Libre estaban montando guardia en el lugar en ese momento, añadió.

"Estuvo tranquilo todo el día y de repente las fuerzas de Asad lanzaron tres bombas. La primera cayó cerca de la panadería y las otras dos la alcanzaron", dijo Nour.

Alepo es la ciudad más grande de Siria y su núcleo comercial. Los rebeldes lanzaron una ofensiva para capturarla el mes pasado y las luchas en las calles se han producido a diario desde entonces.

EXPANSIÓN DEL CONFLICTO AL EXTERIOR

Un proyectil antiaéreo disparado desde Siria impactó el martes en un centro de salud turco, aunque no hubo noticias inmediatas de heridos, según la división turca de CNN.

Turquía ha incrementado su presencia a lo largo de los 900 kilómetros de frontera con Siria y ha ido respondiendo a los disparos de morteros y proyectiles provenientes de los combates entre los rebeldes y las fuerzas sirias.

La tensión entre Siria y Turquía, que fueran estrechos aliados, está en su peor momento desde que Ankara le dio la espalda a Asad el año pasado por la represión contra las protestas que derivaron en el actual conflicto.

Por su parte, el Ejército libanés acordó el martes un alto el fuego en la norteña ciudad de Trípoli tras dos noches de enfrentamientos entre hombres armados suníes y alauíes, leales a los difernetes bandos que están librando la guerra en la vecina Siria, según una fuente militar.

Al menos 10 personas murieron y 65 resultaron heridas en la segunda noche de batallas en la ciudad.

En la capital Beirut, la tensión cedió después de que el Ejército se desplegara por la ciudad el lunes para despejar las calles tras los choques del domingo por la noche.

La violencia estalló después del asesinato del alto cargo de seguridad libanés Wissam al Hasan, que se oponía al Gobierno sirio, el viernes en el centro de Beirut.

Las bombas y enfrentamientos llevaron la guerra civil siria al corazón del Líbano y provocaron una crisis política, con la oposición reclamando la dimisión del primer ministro, Najib Mikati, el funcionario libanés más defensor de Damasco.

/Por Mariam Karouny/

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