Solidarios en Acción: Honduras en silla de ruedas

  • Los discapacitados físicos son personas. ¿Una afirmación casi hiriente o una idea progresista? Depende de dónde lo digas. En Honduras sufrir una discapacidad física es razón suficiente para ser despreciado, para no estudiar o para que los taxistas no quieran recogerte. Una asociación hondureña lleva años luchando para sensibilizar a la sociedad y hacer ciudades para todos, pero no es fácil luchar por tus derechos allí.
Los discapacitados físicos son personas. ¿Una afirmación casi hiriente o una idea progresista? Depende de dónde lo digas.
Los discapacitados físicos son personas. ¿Una afirmación casi hiriente o una idea progresista? Depende de dónde lo digas.
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Santiago Zarraga

"Siento que no hay una sociedad, siento la indiferencia que existe, para ellos, ver a un discapacitado no es ver a una persona". Wilmer Oviedo tiene 34 años y una sola pierna. "Tuve suerte, mi familia me animó a estudiar y a hacer mi vida, pero no es así para todos", dice Oviedo.

Se estima que la formación escolar en Honduras se ofrece durante once años, lo que produce prejuicios sociales importantes que afectan, entre otros, a los lesionados medulares. Es el caso de Wendy Molina, un hondureña de 26 años que lleva veinte sufriendo los problemas que conlleva vivir en silla de ruedas en Tegucigalpa. "Mi lesión se produjo a raíz de una operación de espina dorsal en EEUU que salió mal", explica Wendy.

Los interesados se mueven...

Estas son dos historias, pero en la Asociación Hondureña de Lesionados Medulares y Similares (AHLMYS), podemos encontrar otras 500. Si algo especial tiene la asociación es que todos los miembros de la junta directiva tienen algún deficiencia física. "Incluso cuando decidimos hacer la asociación, nos costaba reunirnos", explica por teléfono Margarita Albarengue, una de las directivas.

Juan Manuel Valladares es uno de los ocho miembros de la junta de Ahlmys, también utiliza de ruedas y explica que muchos de sus compañeros "están muriendo". No es solo un problema de movilidad, "se deben mejorar los tratamientos médicos" dice Valladares. Aunque queda mucho por hacer y los pasos son cortos y lentos, la asociación no pierde el norte. Inclusión social, formación profesional o mejora de los servicios y mobiliario urbano, son aspectos a mejorar.

"No ando sola por la calle, y necesito llevar siempre dinero para pagar los taxis ya que sin coche no puedes moverte bien por la ciudad", explica Wendy que concreta que la situación se complica aún más porque "muchos taxistas no quieren pararte, lo hacen por no bajarse a ayudarte", dice. Muchas calles de la capital no se encuentran asfaltadas o no se ven aceras pavimentadas. "En algunas zonas del centro sí, pero no en los barrios pobres", dice Oviedo, coordinador de la ONG en el departamento de Choluteca.

... pero no hay financiación suficiente

Llegar a la universidad no es fácil, "el transporte público no está preparado para que podamos subir, y cuando llegué no había accesos para minusválidos", relata Oviedo. Pero no se rindió, y aunque era el único deficiente físico de la universidad, pensó que era suficiente. Habló con la dirección de la universidad y consiguió lo que más cuesta: "les sensibilicé y conseguí que pusieran veinte rampas de acceso, e incluso un plaza de aparcamiento reservada", dice orgulloso. "¡Incluso tiene señales que lo indican!"

Desde Ahlmys tienen claras las líneas de actuación: Salud, Educación y Trabajo sería el orden más razonable, pero no siempre se puede hacer lo que uno quiere. "No tenemos financiación suficiente", explica Valladares. "Vivimos en un país subdesarrollado a parte de insensato", sentencia el directivo de la asociación que define como "instituciones monstruo" a la administración estatal hondureña. "Se llevan 50 millones de lempiras (moneda nacional) y nosotros conseguimos recaudar 30.000 con cada maratón".

Pero siempre hay planes, y lo siguiente que hay previsto es un centro para reparar y crear sillas de ruedas con deshechos. "Tenemos grandes proyectos, pero nos falta el dinero", se queja Valladares. Si hay algo que parece importante y que es necesario cambiar desde el principio es la mentalidad, "hay que sensibilizar a la sociedad", dice Wendy convencida.

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